sábado, 27 de noviembre de 2021

📑La teoría curricular de Tyler y Taba

 





Introducción

 

La teoría curricular o el modelo curricular se inauguran como una disciplina académica, cuyo objetivo primordial es plantear los pasos que deben seguirse para la elaboración del currículo de una escuela, universidad o instituto. Ralph Tyler e Hilda taba se consideran los teóricos curriculares más importantes del género. Con sus obras y trabajos de investigación consolidaron un área escolar, que hasta antes, era dejada a especialistas que no tenían contacto con la docencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El concepto de teoría curricular en Tyler y Taba

 

          El concepto de teoría curricular es tan amplio y rico en interpretaciones que cualquier dotado de conocimientos o experiencia docente podrá inferir su significado, esto determina lo propio de nuestro escrito. ¿Qué es la teoría curricular? ¿Cómo se define? ¿Qué características posee? No cabe duda que tanto “teoría” como “currículo” son palabras usadas coloquialmente por los trabajadores educativos, investigadores y docentes. Hay en ello muchas implicaciones; su importancia, su trascendencia y su actualidad. La teoría curricular nace en condiciones meramente de exigencia académica, el maestro en la práctica lo usa y el alumno lo vive, en experiencia de aprendizaje, es fundamental que tanto el investigador y el docente participen activamente en el proceso de planeación y evaluación. Solo el docente es uno de los actores fundamentales en la práctica educativa, también debe serlo en el momento en que se planea dicha práctica; es decir, en el diseño curricular que se concreta en el plan de estudios del aula, (Jiménez Ríos, 2002).

         La teoría curricular es como se le denomina al conjunto de investigaciones que se orientan a explicar el cómo y el por qué se deben crear planes de estudio, en dichas investigaciones se expresa la necesidad de señalar los aprendizajes y objetivos tanto del contenido como del perfil del alumnado. El currículo se constituye en el puente que permite, fomenta y desarrolla la interactividad entre la universidad y el contexto, y por supuesto, también entre la teoría y la práctica, (Malagón Plata, 2008).

          Uno de los más importantes teóricos del currículo fue Ralph Tyler. En 1903, nació Ralph Tyler. Se autodescribió como un “adicto a la enseñanza”. En 1949, publicó el libro Basic Principles of Curriculum and Instruction. Este autor se planteó cuatro preguntas fundamentales que, según él, describían un currículo escolar. No fue su objetivo dar respuesta a estas preguntas, sino más bien estudiarlas, (Arana Palomino, 2017). Como investigador del currículo diseñó uno de los modelos que siguen vigentes y su obra es referente de epistemología del currículo.

          Tyler se enfocó en interrogar el origen de los aprendizajes de los alumnos, ¿qué deben aprender? Y la forma en cómo debían ser evaluados. Entre su sistema teórico se vislumbra un aspecto no visto anteriormente, la importancia de que el estudiante sea considerado como pieza clave para el diseño del currículo. Por ello Tyler y más adelante Hilda Taba, serán a la postre, los teóricos del currículo más citados en el mundo académico.

          Establecer objetivos claros es una meta que cualquier currículo debe considerar, si los objetivos que se establecen no son relacionados con los aprendizajes, o si se desea únicamente completar un plan, el programa escolar será rotundamente un fracaso. Las definiciones de las mismas deben cumplir con lo marcado en la investigación. Los objetivos deben poseer similitud con el aprendizaje que se espera alcanzar.

          Hilda Taba nació en 1902, fue maestra de escuela y prominente investigadora del currículo. Nacida en Estonia, fue desde infante una niña aplicada. Se doctoró en la Universidad de Columbia. Junto a Tyler, -de quien aprendió mucho de lo que luego interpretaría-, es teórica del currículo. En su libro base, Elaboración del currículo se expresa así; En ese sentido podría afirmarse que en el periodo siguiente a la Segunda Guerra Mundial la evolución del currículo ha padecido un progresismo reprimido. “El resultado es una especie de vacío, que se llenó con propuestas de reforma, muchas de ellas animadas por la concepción precientífica de la disciplina mental, con evidente ignorancia de los principios del aprendizaje o falta de familiaridad con la naturaleza de la población escolar y las realidades sociales, (Taba, 1974)”. La teoría de Taba podría condensarse en algunos aspectos a tratar: el diagnóstico de las necesidades, formulación de los objetivos, selección de contenidos, organización del contenido, selección de actividades, organización de las actividades y por último el diseño de los planes y programa educativos, alienados en los resultados de los seis pasos anteriores. Como se puede apreciar, estos ‘pasos’ presuponen un ejercicio de optimización de los manuales docentes y encamina la práctica a una profesionalización del profesorado.

          El primero de los pasos, el diagnóstico debe servir para conocer cuáles son los problemas con que se tienen que contar y partiendo de allí, replantear lo que en el paso dos serían los objetivos, enmarcados en dar solución a corto o largo plazo. Las selecciones de los contenidos hacen referencia en aquellos rubros donde académicamente se desean usar en el diseño final del currículo, por ejemplo, si se trata de matemáticas de primaria, los contenidos deben ser entrelazados con los programas oficiales de cada país, por lo que la teoría se nutre de estos elementos externos. Una vez se tengan previstos los contenidos, deben organizarse y jerarquizarse, posteriormente la selección y organización para finalmente diseñar el currículo, lo que sustentará el plan y programa educativo. Taba y Tyler apuntaron que era necesario que el currículo no se construya siendo ajena a la realidad social, por el contrario, deberán tomarse en cuenta para contextualizar el currículo y al aplicarlo no cree limitantes o no se logren alcanzar los objetivos fijados.

          La teoría curricular es una pieza clave en todo sistema educativo. Las escuelas y los institutos se enriquecen cuando sus planes y programas están basados en una teoría comprometida, teoría que como señalamos al principio, se la debemos a los trabajos de Ralph Tyler e Hilda Taba.

         

Conclusión

 

Se puede finalizar haciendo hincapié en la necesidad vital de requerir un currículo que defienda la profesionalización del trabajo docente. Es imposible que la enseñanza se siga considerando como una actividad más, cuando es en la realidad escolar donde ésta se lleva a la verdadera prueba y así evaluarlo. 



Lic. Antonio Pérez-Paredes

Licenciado en Pedagogía por la Universidad del Sur. Ha participado como ponente en la Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP) en varias ocasiones; “Foros universitarios; El holocausto y su impacto en los derechos humanos (2013)” “El genocidio y otros delitos competencia de la Corte Penal Internacional (2014) como moderador en la Universidad Tec-Milenio” “Alianza Internacional Universitaria por la Paz (2015) en la Universidad Politécnica de Quintana Roo” “ Educar para recordar: El holocausto y los derechos humanos (2016) en la Universidad del Sur”. En 2018 participó en el “Simposio de Autonomía Curricular, realizado en el Tec-Milenio” en 2019 recibió la certificación de competencia laboral en el “Uso didáctico de las tecnologías de información y comunicación en procesos de aprendizaje” y en 2020 la constancia en su participación del curso “Convivencia escolar desde la perspectiva de los derechos humanos (por la CNDH)”. En 2021 fue conferenciante en la semana de la Pedagogía con la ponencia "La pedagogía en la Grecia clásica". Fue profesor de primaria en el Colegio Mano Amiga Cancún (2015-2021), actualmente es docente de licenciatura en la Universidad del Sur y en la primaria "El pípila" también en Cancún.

Bibliografía

 

Arana Palomino, Wilson (2017). Hacia una definición de currículo en una institución superior de educación adventista. Una revisión crítica de diferentes posturas curriculares. Enfoques, XXIX (1), 1-24. [Fecha de Consulta 23 de Octubre de 2021]. ISSN: 1514-6006. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=25955335002

Jiménez Ríos, Edith (2002). La participación de los académicos en el diseño curricular de planes y programas de estudio en la UNAM. Perfiles Educativos, XXIV (96), 73-96. [Fecha de Consulta 23 de Octubre de 2021]. ISSN: 0185-2698. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13209605

Malagón Plata, Luis Alberto (2008). El currículo: perspectivas para su interpretación. Investigación y Educación en Enfermería, XXVI (2), 136-142. [Fecha de Consulta 23 de Octubre de 2021]. ISSN: 0120-5307. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=105215278013

Taba, Hilda. Elaboración del currículo, Buenos aires, 1974. 


martes, 12 de octubre de 2021

🏹 Antecedentes educativos y castigos escolares, costumbres y penas antiguas en el México prehispánico

 




(El siguiente texto recoge la clase del día 9 de octubre de 2021 para la Lección de Legislación educativa en la Universidad del Sur Campus Cancún).

 

Toda civilización o grupo poblacional, que pretende crecer y expandirse, indudablemente, como dijo Jaeger, -tienden a practicar la educación-, con ello, con esa práctica, nacen o se nutren y reproducen variopintas situaciones cotidianas, que rigen y contextualizan el modo de vida de una comunidad específica; si esta logra dominar territorios, e invade a otros pueblos, siempre lleva consigo, muchas veces imponiéndose sobre la cultura base, sus propias formas de vivir, costumbres, leyes, penas, castigos y su educación.

La siguiente lección pretende ser un preámbulo para comprender a posteriori los aspectos históricos que dieron lugar, -después de la Conquista-, a las leyes y normas, reformas y peculiares legislaciones en torno a la educación en un nuevo Estado.

Desde tiempos remotos, el territorio de México, fue poblado por muy distintos pueblos, cada uno de ellos con una identidad rica desde el punto de vista de la antropología y la historia. Es menester advertir, que para nuestra clase hemos de usar como fuente principal, -y no porque no conociéramos otra-, el libro “México a través de los siglos” más porque no es objetivo nuestro, profundizar muchísimo sobre este tema, en su lugar, bien, conocer un panorama para tener un punto de partida, sobre los antecedentes educativos, es decir, ¿Cómo era su educación? ¿Qué aprendían los niños? ¿Quién o quiénes eran sus maestros? ¿de dónde podrían proceder las actuales concepciones de castigos ante un delito o crimen? ¿Cuáles eran sus costumbres ligadas a estas actividades? En fin, sírvase esta lección como una introducción modesta.

 

Los nahoas

 

Entre el pueblo Nahoa[1], el matrimonio, juega un papel fundamental, desconocemos si esta característica hacía reivindicar las normas fijadas o si jugaba un papel únicamente social o también político, podríamos suponer que estaba en su mejor definición, organizada bajo ritos muy religiosos y que su consumación respondía a la entrada de una edad aceptada como adulta. Entre las mujeres nahoas era común usar un colguije de caracol en su cuello, en señal de su castidad, virtud muy apreciada como sabemos. El cuerpo desnudo no fue bien visto en su cotidianidad, sabemos que usaban ropas que cubrían el cuerpo entero. Los responsables de organizar el matrimonio eran los padres, cuando la mujer estaba en edad de contraer matrimonio y el ‘novio’ así lo disponía, se realizaba una ceremonia donde ambos se miraban fijamente y con pasos lentos se acercaban uno al otro hasta que se tomaban de las manos sello –hasta donde conocemos-, que efectuaba como una firma que estaban ya casados, o por lo menos comprometidos.

Si después de consumada la dicha, el varón descubría, o por motivos que pueden imaginarse se revelaba a conocimiento del pueblo y la familia que no era virgen antes del matrimonio, sus costumbres dictaban que sería repudiada con ignominia, motivo de deshonra para su familia. El castigo en la mayoría de los casos era la muerte. Si la mujer en cuestión ya tenía hijos, a éstos se les preguntaba con quién querían quedarse, si con el papá o la mamá si la dejaban con vida.  

Este pueblo que tenía como ley el castigo a la promiscuidad y que valoraba la virginidad, por otro lado, no permitía la poligamia, pero no la permitía y no era de buen ver si el hombre no tenía fuentes de ingresos para mantener a más de una. Por lo que se concluye, que la mujer no entraba en la regla, -ella no podía tener más de un marido pues no era la que mantenía la casa, por así decirlo-. Solamente los varones principales, aquellos con poder y riqueza se les concedía tener muchas esposas, porque era bien visto poder mantener a más de una sin que nada le faltase. Concluimos también que apreciaban como un mérito social, no solo poder tener más de una sola mujer, también tener los medios económicos, -como muchas tierras-, para disponer.

Probablemente lo anterior nos haga imaginar a un pueblo patriarcal que solo miraba por el lugar del hombre en la sociedad y su clase social, entre los nahoas por el contrario, el respeto a las mujeres ajenas era algo inculcado, una ley que respetaban; “Encontramos en los nahoas el respeto a la mujer, pues cuenta un misionero que era de ver con qué seguridad caminaban mujeres solas y doncellas por el campo y el camino sin que nadie les ofendiese[2]”. Típico igualmente es de este pueblo, el que los pobladores fuesen personas educadas, de bien hablar, rectos, pulcros, dedicados a sus labores que se dividían entre hombres y mujeres como veremos más adelante. Se sabe que no eran de hacer juramentos inútiles ni concedían méritos a los escandalosos o borrachos; “Esta pureza de costumbres se conocía también en que en el hablar eran moderados y no se le oían juramentos y blasfemias; en que jamás andaban en riñas ni celebraban tratos ilícitos ni injustos; ni había entre ellos fraudes o engaños, ni hurtos ni latrocinios[3]”. No eran pueblo de fiestas, pero celebraban, por ejemplo, los actos de valentía, como el que un joven entrado en la edad adulta cazara un jaguar o un venado, éste último se cocinaba enterrado, en barbacoa y su acontecimiento era motivo de jolgorio, a la que invitaban parientes, gentes principales y personas de pueblos aledaños, para que supieran del acto de valor, y comieran juntos.

 

La educación

 

No podemos hablar de una pedagogía prehispánica como tal, al explicar cómo era la educación entre el pueblo nahoa, primero, porque desconocían en su totalidad la sistematización de lo que podríamos definir como, “educación escolar”. Las fuentes nos hablan, que su educación era más bien primitiva, conectada en su generalidad a lo que cada miembro de la familia retransmitía a sus hijos; mujeres y hombres. Comenzando con las mujeres, su educación era de corte doméstico, orientado en que sus aprendizajes pudieran convertirle en una mujer de hogar, dedicada a su casa y las labores propias de una mujer casada y madre criadora. La madre enseñaba a sus hijas las labores domésticas como lavar y costurar; labores de fuego como preparar alimentos y bebidas, el uso del molcajete ‘molcáxitl’ y a hilar algodón. Una vez casadas las mujeres permanecían en su estancia solas y únicamente salían para ir a la cocina a guisar los alimentos y perpetuar sus ritos. Su formación la denominaremos interna, pues la mayor parte de la práctica se realizaba dentro de la casa.

Los hombres, por el contrario, recreaban su interés en una educación exterior. Portaban el cabello largo igual que las mujeres, mientras que éstas adornaban sus espléndidos y variados tocados hechos con trenzas los varones se ornamentaban el peinado con plumas coloridas de diferentes aves. Ellas portando una camisa larga o huipil en juego con su enagua o cuéyetl y los hombres se revestían con túnicas de algodón o pieles de animales, protegidos por mantas coloridas y grecas vistosas.

El padre de familia era el educador e instructor del hijo en cuanto a las labores propias del masculino, sembrar, cosechar, labrar la tierra, cultivar el campo, criar a los animales, cazar y si el jefe de casa profesaba un oficio lo inculcaba en el hijo o los hijos. Eso para el niño pobre, el hijo de principales, bien aprendía el arte de la guerra y desde adolescente se iniciaba en el uso del arco y la flecha.

Cuando el niño ya estaba en edad de entrenamiento, los ópatas le aplicaban pruebas muy dolorosas como en casi todas las tribus donde el dolor físico, el desgarramiento del cuerpo son parte de un ritual de hombría y entrada a la edad adulta; “Encontramos, sin embargo, una ceremonia que los misioneros llaman, prohijación y que se asemeja a las costumbres de la caballería. Para armar a un joven le daban un arco y el que lo recibía salir luego a estrenarlo con algún hecho particular ordinariamente el de matar un tigre o cualquier otra bestia que por ahí abundan… El padrino le pasaba por el cuerpo desnudo una garra de águila con tal fuerza que las uñas le hacían sangre. La menor muestra de dolor del ahijado era bastante para que no se le recibiese de guerrero[4]”. También le obligaban a cuidar los campos durante el frío nocturno sin que se le permitiese acercarse al calor del fuego además que para que pudiera ser parte del patoli le introducían un palo por la garganta y con ello adquiría derecho a su versión de juegos de naipes, recreo al que entregaban larguísimas horas del día.

La caza como práctica se dividía en su inicio para el niño joven en la captura de tórtolas y codornices, los más grandes venados, jabalíes, liebres y si mataban algún zorro o lobos era por lo preciado y útil de sus pieles.

 

Los mixtecas

 

Pueblo que recibió invasiones de otros como el tolteca y meca. Como pueblo se caracterizaban principalmente por la higiene, se bañaban a mañana y tarde, sus casas poseían jardines con estanques que adornaban los patios y fachadas. La religiosidad los hizo poseedores de sacerdotes que podían efectuar de médicos y agoreros adivinadores. Las residencias principales de los señores eran de indumentaria fina, con las comodidades propias de su clase social, sabemos, por ejemplo, que tenían almohadas hechas de pieles de fieras salvajes.

Los hombres cubríanse el cuerpo con el maxtli, mantas igualmente decoradas con relieves de aves vistosísimas de colores y flores hechas de algodón.  El rostro se ataviaba con bezotes de oro o jade en los labios horadados y sus dedos se anillaban con oro brillante. En los pies usaban sandalias o cactli. El cabello lo portaban largo y remataban con listones atrayéndolo al frente en nudo.

Lo referente al matrimonio, aquí se repite la responsabilidad que los sacerdotes acuciaban en su sociedad, ya que vuelven a ser los únicos en quienes recae esa ceremonia. No se les permitían casarse si el hombre tenía un signo mayor de nacimiento que el de la mujer, -algo parecido a la astrología rudimentaria-, tampoco existía el dote entre familias. Practicaban la poligamia, pero únicamente la primera mujer era considerada la esposa, las otras, las segundas, solo por mancebas, esto se aplicaba a la clase poderosa, pues si el rey moría sin dejar primogénito, le sucedían las hijas, pero nunca las que tuvo con las mancebas, las concubinas.

El nacimiento de un nuevo miembro en la familia era sinónimo de regusto y celebración, así oraban por el nacimiento, así iban por leña para los baños tibios, así hacían fiestas a la diosa de los baños y cuando nacía hombrecito le consagraban colocando una flecha en la palma de la mano, si era mujer un huso. El adulterio era severamente penado con la muerte, pero había ocasiones que el ofendido, se conformaba con cortar narices, orejas o labios de los adúlteros en cuestión.

 

La educación

 

Como grupo religioso se inclinaron a practicar la instrucción ritualista, los hijos de los señores caciques acudían a un claustro de año entero a vivir con los sacerdotes en su colegio. “La educación de los hijos de los señores consistía principalmente en llevarlos a pasar un año en el colegio de los sacerdotes. Recibíanlo, y en procesión lo llevaban al gran sacerdote y sus ministros con acompañamiento de música de tambores y flautas de cañas, caracoles y tortugones, llegado al templo vestía el hábito sacerdotal, les daban lancetas para que se hiciese el sacrificio de la lengua y le untaban el cuerpo y rostro de negro ulli[5]”. Una vez graduado el alumno, la familia acudía a su recibimiento y era motivo de gran alegría, se realizaban festejos ceremoniales como el introducirlo a un baño donde cuatro vírgenes hijas de principales lo lavaban devotamente y aderezaban para luego engalanarlo con el traje que correspondía a su dignidad.

Uno de los nobilísimos puestos a ocupar como alumno era el de sacerdote, cargo de carácter honroso y que duraba cuatro años, posterior a ello, como existían otros graduados, el sacerdote renunciaba y formaba parte de la corte consejera del Rey quien por cierto no podía ser visto por nadie, ni permitido tenía alguno en importunarlo en sus aposentos. Si tenía que solucionar o administrar se dejaba guiar por los viejos sabios, antes sacerdotes.

 

Curiosidad es de mencionar, que el pueblo zapoteca, tenía como educación ritual de sus jóvenes, que el sacerdote en determinado momento los aleccionara en la brujería o nahualismo;  “Dice Burgoa que los agoreros enseñaban sus errores a los muchachos que les entregaban para su educación, y que al efecto los llevaban al campo a hacer ofrendas, y a cada uno se les aparecía la bestia que debía ser su nahual, y quedaban convencidos de que esa era la suerte con que nacieron, y que su vida era ya inseparable del animal que les tocaba[6]”.

 

México Tenochtitlan

 

Sabemos por las fuentes y los informantes de Sahagún, por ejemplo, más de la vida del emperador Moctezuma Xocoyotzin, y de las relaciones proféticas, así como de la vida y costumbres del pueblo. Su educación dividida sí conocía la escolaridad, aunque no propiamente la pedagogía.

Moctezuma (Ilhuicamina) I no solo fue el emperador, era la imagen de Dios, tampoco se le podía ver a sus ojos, no pisaba el suelo, cuando salía de paseo lo llevaban cargando o en algo parecido a una silla gestatoria. Si caminaba sobreponían por donde iba pasando mantas finas para que sus pies no tocaran el suelo; “Arreglóse el ceremonial real: el rey no podía salir en público sino en las grandes solemnidades; debía estar oculto y misterioso como un dios; solo él podía usar el copilli de oro, y en la guerra los dignatarios militares que lo representaban[7]”.  Durante su gobierno proliferaron las leyes y reformas, pero igualmente los desastres, las inundaciones, sequías y la hambruna.

 

La administración jurídica

 

Existían lugares llamados Técpan, donde se administraba e impartía la justicia, allí se ubicaban los tribunales. El pueblo tenochca no creía que un hombre pudiera quitar la vida de su igual, esto era un castigo destinado al poder divino del emperador, que como se mencionó antes, se consideraba el enviado del Dios.  En el código Mendocino se aprecian a modo de jeroglíficos los castigos; muerte por apedreamiento a los que osen adulterar, muerte por ahorcamiento al que se atreva emborrachar (permitido era para los ancianos de setenta años), muerte a los ladrones y si el robo era menor se le vendía como esclavo por el mismo precio. Cualquier vicio se castigaba de forma cruel, en comparación con el valor y la valentía que se estimaba y tenía de honra dignísima.

Ya que el emperador tenía el poder de quitar o perdonar una vida, su furia o su miedo, como atestiguaremos a continuación, son signo de lo letal que podía ser una decisión del Tlatoani. Se cuenta que antes de la llegaba de los españoles a costas de México, hubo en Tenochtitlan presagios de mal agüero, uno de ellos según se informa, cuenta que unos trabajadores del agua, -pescadores-, atraparon en sus redes una como grulla que tenía una diadema diáfana, algo como espejo. Asustados lo llevaron a Moctezuma[8] hallándolo en el Palacio de la sala negra para que lo viera, él lo vio, y dicen que vio como gente que venía de lejos sobre venados grandes y se hacían la guerra. Mandó llamar a sus agoreros y nigromantes y les pregunto palabras de duda, quería respuestas y éstos no dieron fe de nada, ni de presagios pues todo estaba dicho. Moctezuma respondió[9]:

-Váyanse los bellacos; llamad a los principales Cuauhnochtli y Tlacochcálcatl (jefe de la casa de los dardos) y a los demás, que vayan a los pueblos donde ellos están, y maten a sus mujeres e hijos, que no quede uno ni ninguno y les derriben las casas.

Hizo llamar muchos mancebos que fuesen con ellos a saquear las casas de los nigrománticos, los cuales se juntaron luego, y fueron a las casas de ellos, y mataron a sus mujeres ahogándolas con unas sogas, y a los niños iban dando con ellos en las paredes haciéndolos pedazos, y hasta el cimiento de las casas arrancaron de raíz.

 

Educación de la infancia

 

Viendo Moctezuma I que esto de sus leyes no sería suficiente para hacer de su pueblo temido y de cualidad guerrera, ordenó nuevas leyes que afectaban directamente a la población. Se resume lo más relevante sobre la educación de la infancia.

-a los 3 años se alimentaba al infante con media tortilla

-a los 4 le daban ya una tortilla y ayudaba en los mandados de la casa

-de cinco años recibía el mismo alimento y comenzaba a cargar leña y las niñas a hilar

-a los seis años la comida era de tortilla y media. Además, les obligaban a ir a pepenar maíz en los tianguis para que se acostumbraran a ser astutos y a ganarse el alimento con el esfuerzo de su trabajo

-a los siete les enseñaban a pescar y a los ocho y nueve se les acostumbraba a los sacrificios metiéndoles púas de maguey en su cuerpo

-cuando contaban diez años, podían ser golpeados como castigo por sus padres y a los once recibir humazos de chile, que era un verdadero tormento.

Sin duda la infancia y adolescencia de aquellos jóvenes fue un tormento comparado con las épocas actuales, pero no es propio aseverar que, por ejemplo, ellos mismos, esos jóvenes no asimilaran eso como actualmente en diferentes sociedades o tribus aún persisten rituales de iniciación o sistemas de enseñanza rígidas, punitivas y de disciplina corporal. “A la edad de doce años acostaban a los varones en el suelo con la cara vuelta al sol, para que se volviesen fuertes y resistiera la intemperie y los trabajos de la guerra. Y por fin a los quince años concluía la educación de la familia y el mozo pertenecía al Estado, que acababa de instruirlo en sus deberes, recibiéndole ya en el calmecac, casa sacerdotal, o en el cuincacalli o colegio civil[10]”.

 

De la escuela así llamada Calmecac

 

Según se atestigua en variadas fuentes entre ellas La historia general de las cosas de la Nueva España de Fray Bernardino de Sahagún y lo que refieren distintos códices como el Mendocino principalmente. Cuando el padre quería que su hijo fuera aceptado por los sacerdotes maestros les decía; “Ofrecémosle al señor Quetzalcóatl, por otro nombre Tilpotonqui, para entrar en la casa del Calmecac, que es la casa de penitencia y lágrimas, donde se crían los señores nobles…le ofrecemos para que llegando a edad convenible entre y viva en casa de nuestro señor, donde se crían y adoctrinan los señores nobles…[11]. Con lo anterior podemos concluir que el Calmecac como escuela era exclusiva para hijos de nobles y mancebos de las clases privilegiadas. Hay que advertir que en dicho centro sacerdotal había dos tipos de alumnos; aquellos que iban para sacerdotes y los que únicamente recibían enseñanza religiosa y civil, para luego egresar y casarse.  Por el contrario, al Telpuchcalli, el Calmecac estaba solamente en el templo mayor. “Los mancebos del Calmecac se llamaban elocuatecomame, nombre que significa ‘cabeza lisa como jícara con cerco redondo como mazorca’ porque traían el cabello como corona de fraile hasta media oreja; pero por detrás y como cuatro dedos de ancho lo dejaban crecer y entrenzaban, aunque otros dicen que estaban rapados[12]”.

Las enseñanzas y los ritos

 

Los alumnos se levantaban antes de la aurora a barrer y limpiar sus templos, luego salían en busca de púas de maguey para los sacrificios y los más grandes leña para las hogueras. En la tarde se bañaban y luego se ocupaban del culto y de ejercicios de penitencia, el ayuno era habitual, solo comían a mediodía, cuando este rito era mayor, únicamente ingerían maíz molido con agua.

Los sacerdotes eran mandos de disciplina corporal; si el mancebo se quedaba fuera del templo cuando no debía le clavaban púas de maguey, si faltaban a la castidad o eran negligentes les punzaban con estaca de pino, los quemaban con ocotes encendidos o los apaleaban, en los casos graves los llegaban a ahorcar, asaetear o quemar vivos.

Por otra parte, la difusión y enseñanza como tal de ciertas disciplinas o conocimientos, no se limitaba únicamente al castigo como adoctrinamiento; “Enseñábanles a hablar bien y a los usos de la clase a que pertenecían; les hacían aprender los cantares sagrados y las leyendas en que guardaban los recuerdos de su historia, que era la manera eficaz que tenían para transmitirla de generación en generación; adiestrábanlos en la aritmética, cronología y astrología judiciaria, y como complemento los instruían en el manejo de las armas, y cuando eran de edad iban como aprendizaje a la guerra, llevando en la mano la lanza y a la espalda el escudo, arco, flechas y equipaje de su conductor[13]”. Lo notable aquí, es que sumado a la educación beligerante y la sangre como hilo generador de conciencia, el alumno aprendía y se entregaba por su rey y por su Dios. Este tipo de educación tenía como finalidad preparar hombres que soportaran el dolor que traería consigo un encuentro entre dos pueblos rivales, a aguantar los peores males y ser sufridos por su pueblo.

 

La enseñanza en el otro colegio llamado el Telpuchcalli o (casa de mancebos) estaba abierto para todos los hijos de los yaoyizque[14] y tenía por objeto la instrucción de las cosas de la guerra. En el primer colegio como se vio, los que acudían iban porque pertenecían a una clase privilegiada, y normalmente a su egreso ocupaban grandes cargos en la administración mexica.

Al Telpuchcalli se ingresaba a los quince años, tenían al inicio como obligación limpiar y barrer, hacer lumbre y aplicarse en penitencia diaria. La vida era áspera y dura, los mancebos no dormían juntos y separados pernoctaban. Antes de caer la noche se bañaban, se tiznaban el cuerpo, -pero no la cara-, de negro y acudían a la casa de la danza o Cuicacalco, donde bailaban y emitían canciones aprendidas por los maestros sacerdotes. Algunos incluso se pintaban líneas con puntos sobre el ojo y solían mirar al cielo en busca de la hora exacta, (ritual por mucho, misterioso).

Entre los castigos a estos alumnos existía la pena por beber octli, o pulque, les daban muerte a palos, si el caso lo había delinquido un macehual en secreto era ahorcado. Si lo hallaban con una mujer le daban de palos, o le quemaban el cabello con ocotes ardiendo. La simple negligencia del trabajo era origen de un duro castigo.

Pero no todo era negativo o cruel, cuando el elocuatecomame cumplía mayor edad, a eso de los veintidós años podía emanciparse y contraer matrimonio o tener mancebas, concluyendo sus años de estudio con un regalo a sus maestros sacerdotes, presente que consistía en quachtli o mantas grandes y finas.

Los alumnos del Telpuchcalli tenían como fin educacional formarse para la guerra, aunque igual aprendían ciertos ritos religiosos como en el Calmecac sus otros colegiados. El profesor de guerra se llamaba Telpuchtlato, y no vestía mantas como los sacerdotes, en vez, usaba algo como red de pesca que cubría su cuerpo. Los practicantes esgrimían sus armas contra un falso enemigo a modo de muro o poste, donde ensayaban. La defensa se consiente como algo que se aprendía, poder defenderse del enemigo es un arte de la guerra, la estrategia bélica.

 

Para concluir, podemos puntualizar lo siguiente; la educación prehispánica, es peculiar, dadas las pocas analogías que se presentan en comparación con los modelos occidentales, a excepción quizá, de la disciplina militar Espartana. No queda sino advertir lo siguiente; desde tiempos remotos, las diferentes tribus, grupos y pueblos, reconocieron medianamente en un principio el valor de la educación no solo doméstica o religiosa, llamaron a su ocasión, por una instrucción ritualista y científica, porque, de hecho, existían hombres dotados del conocimiento de la construcción, tanto de canales, calles y pirámides, conocimientos que hoy sabemos hubieran sido imposibles de erigir sin el mínimo rigor matemáticos y físico. No tratamos hoy el pueblo maya, pero en semejanza con los hoy tratados, distan poco de ser diferentes en cuanto a sus castigos, por ejemplo, el adulterio. En otra ocasión nos incursionaremos a saber de ellos y de su educación, hay un libro muy bueno, Relación de las cosas de Yucatán, del Obispo Fray Diego de Landa.


Lic. Antonio Pérez-Paredes

Licenciado en Pedagogía por la Universidad del Sur. Ha participado como ponente en la Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP) en varias ocasiones; “Foros universitarios; El holocausto y su impacto en los derechos humanos (2013)” “El genocidio y otros delitos competencia de la Corte Penal Internacional (2014) como moderador en la Universidad Tec-Milenio” “Alianza Internacional Universitaria por la Paz (2015) en la Universidad Politécnica de Quintana Roo” “ Educar para recordar: El holocausto y los derechos humanos (2016) en la Universidad del Sur”. En 2018 participó en el “Simposio de Autonomía Curricular, realizado en el Tec-Milenio” en 2019 recibió la certificación de competencia laboral en el “Uso didáctico de las tecnologías de información y comunicación en procesos de aprendizaje” y en 2020 la constancia en su participación del curso “Convivencia escolar desde la perspectiva de los derechos humanos (por la CNDH)”. En 2021 fue conferenciante en la semana de la Pedagogía con la ponencia "La pedagogía en la Grecia clásica". Concluyó el Taller "Evaluación diagnóstica para alumnos de educación básica" en 2021 y en 2022  recibió la certificación por el curso "Herramientas para una educación inclusiva, Dislexia; desde al aula al mundo del trabajo. Fue profesor de primaria en el Colegio Mano Amiga Cancún (2015-2021), actualmente es docente de licenciatura en la Universidad del Sur y en la primaria "El pípila" también en Cancún. 


[1] Los Nahoa o náhuatl fueron un pueblo procedente de la región oriental del que se dice procedían de Chicomoztoc de acuerdo a las crónicas, que significa las siete cuevas.

[2] México a través de los siglos, Tomo 1ro, Editorial Cumbre, México D.F, 1975, pág. 119 (Historia general y completa del desenvolvimiento social, político, religioso, militar, artístico, científico y literario de México desde la antigüedad más remota hasta la época actual) Obra dirigida por D. Vicente Riva Palacio. Escrita por los reputados literatos; D. Juan de Dios Arias, Alfredo Chavero, D. Vicente Riva Palacio y José María Vigil. (Todas las citas refiéranse a este libro en su continuación).

[3] Ibíd. pág. 119

[4] Ibíd. pág. 122

[5] Ibíd. pág. 413

[6] Igualmente, en la página anterior.

[7] Ibíd. pág. 561

[8] Se hace hincapié que este Moctezuma se trata de Moctezuma Xocoyotzin.

[9] León-Portilla, Miguel, Visión de los vencidos, Relaciones indígenas de la conquista, UNAM, 2018, pág. 18

[10] México a través de los siglos, pág. 562

[11] Ibíd. pág. 579

[12] Ibíd. pág. 582

[13] Ibíd. pág. 580

[14] Jefes de cierto grupo de guerreros


viernes, 1 de octubre de 2021

🔨Querer siempre querer más en Friedrich Nietzsche

 










Sin duda alguna nos basta con los dos tomos sobre Nietzsche que escribió Heidegger el siglo pasado para comprender hasta cierto punto la importancia que ejerció la filosofía de Friedrich en el maestro de la selva negra Martin Heidegger. Pero esta vez nos vamos a enfocar en un concepto axial para comprender al filósofo que mató a dios. La voluntad de poder.

¿Qué es la voluntad de poder? En pocas palabras la voluntad de poder es “querer siempre querer más” porque la voluntad de poder es aplanadora, no se detiene, quiere más y más de lo que ya tiene, devora y en tanto axioma filosófico es sin duda de los más totalizadores. Vivir ejerciendo la voluntad de poder acabará entonces por dominar la vida de quién lo ejerza, de ahí que al querer todo y tener todo llegará un punto de quiebre porque habrá querido todo y lo único que le queda es la voluntad misma de poder por lo que se querrá a sí mismo. Es decir, cuando la voluntad de poder haya querido más de lo que ya quiso sólo le queda el más de él, pero entonces, ¿qué propósito tiene la voluntad de poder si acabará consumiéndose por su “querer más”? es de hecho la pregunta habitual que me hacen mis alumnos en clase cuando vemos a Nietzsche y el gran filósofo tenía casi planeado, -lo cual no es cierto-, pero sí construyó otros conceptos similares al de Voluntad de poder que no aparecen como en un diccionario en sus libros, lo tienta pero no lo expone, es el concepto de voluntad firme, voluntad de la nada y voluntad de desierto.

La voluntad de poder que es expansiva y destruye todo a su paso necesita de otras voluntades como por ejemplo el de la Firme porque la voluntad firme es la capacidad de, -decir que no a lo que se quiere-, pero eso que se quiere es lo que daña al hombre de manera constructiva sino que lo priva de su expansión. Es decir el superhombre de Nietzsche es aquel sujeto que coloca la voluntad de poder como eje central de su vida y la involucra a tal grado que requiere de la voluntad firme, para mediar aquello que  socaba al ser. Pero aparece en escena la otra voluntad que es quizá la menos conocida del por su incomprensibilidad ya que carece de hermenéutica hasta se podría decir que cabe dentro del concepto de “fenómeno de la voluntad” recuperando algún concepto de Husserl. Pues la voluntad de la nada es la ipseidad del superhombre, la capacidad de pensarse y tener conciencia de lo que sabe y hace. La voluntad de la nada es de la nada porque es el todo del superhombre.

La otra voluntad es la de desierto que es como dijo Heidegger “la más soberbia bestia aniquiladora” porque en efecto la voluntad de desierto es la otra etapa de la voluntad de poder pero sin prescindir de ella, es como su sombra, la voluntad de poder es de desierto porque es expansora pero esconde un terrible hambre de devastación, la voluntad de desierto es la voluntad de muerte, que arrasa no sólo con la vida sino que donde pasa impide el posible surgimiento de vida. Un ejemplo clarísimo que prospero en mis clases es el de Hitler y la expansión del nazismo, si nos remontamos un poco atrás de todo ese embrollo fue  en las clases de geopolítica donde Karl Haushofer dijo, -No es necesario salir a colonizar sino expandirse-, y eso fue lo que hizo Adolf Hitler por eso pedía Lebensraum.

Para no salirnos del tema que nos atañe seguiremos con el concepto de voluntad de poder que hay que imaginbarla como ese impulso de Ser del superhombre, es lo que mantiene en pie a los fuertes y lo que los domina para dominar, la locomotora del superhombre que lo incita al dominio total, como diría mi maestro la voluntad de poder es “planetarización pura”

Acudiremos a despedir este pequeño pero honesto escrito con algo del filósofo Friedrich Nietzsche sobre su concepto de voluntad de poder de su escrito póstumo La voluntad de poder página 365, “En mi concepto, la voluntad de poder es la forma primitiva de la pasión, y todas las otras pasiones son solamente configuraciones de aquella”

Lic. Antonio Pérez-Paredes
Licenciado en Pedagogía por la Universidad del Sur. Ha participado como ponente en la Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP) en varias ocasiones; “Foros universitarios; El holocausto y su impacto en los derechos humanos (2013)” “El genocidio y otros delitos competencia de la Corte Penal Internacional (2014) como moderador en la Universidad Tec-Milenio” “Alianza Internacional Universitaria por la Paz (2015) en la Universidad Politécnica de Quintana Roo” “ Educar para recordar: El holocausto y los derechos humanos (2016) en la Universidad del Sur”. En 2018 participó en el “Simposio de Autonomía Curricular, realizado en el Tec-Milenio” en 2019 recibió la certificación de competencia laboral en el “Uso didáctico de las tecnologías de información y comunicación en procesos de aprendizaje” y en 2020 la constancia en su participación del curso “Convivencia escolar desde la perspectiva de los derechos humanos (por la CNDH)”. Fue profesor de primaria en el Colegio Mano Amiga Cancún (2015-2021), actualmente es docente de licenciatura en la Universidad del Sur y en la primaria "El pípila" también en Cancún. 

miércoles, 16 de junio de 2021

👓Jean Piaget: ¿Por qué la pedagogía es en tan escasa medida obra de los pedagogos?🤔

 

Piaget, una vida consagrada a la actividad científica 



 

¿Cuál es el fin de esta enseñanza? ¿Acumular conocimientos útiles (y útiles, ¿en qué sentido?)? ¿Aprender a aprender? ¿Aprender a innovar, a producir algo nuevo en cualquier campo, tanto como a saber? ¿Aprender a controlar, a verificar o simplemente a repetir?

Jean Piaget, Psicología y pedagogía, pág. 19

 

 

Con el frugal título de “Piaget Biografía” la Revista Colombiana de Psicología conmemoraba en 1997 la vida y obra de unos de los pensadores axiales del siglo XX, y que con gran erudición y cientificidad aportó al campo de la psicología educativa y pedagogía científica, uno de los cuerpos teóricos más eximios aplicados a esferas educacionales y sociales. Piaget fue un niño con una avidez muy temprana hacia la ciencia, lo que lo llevó a publicar a la precoz edad de diez años un “artículo” sobre un gorrión albino, mismo que envío a una revista de historia natural en su ciudad natal. Ya desde infante mostró interés naturalista por los pájaros, los fósiles y las conchas marinas.

 

 

 

¿Quién fue Piaget?


En su autobiografía dice; “Yo nací el día 9 de agosto de 1896 en Neuchâtel, en Suiza. Mi padre que vive todavía, ha consagrado sus escritos principalmente a la literatura medieval, y en una mínima proporción a la historia de Neuchâtel. Es un hombre de espíritu escrupuloso y crítico, a quien no le gustan las generalizaciones precoces, y que no teme entablar una polémica cuando ve la verdad histórica deformada por el respeto a las tradiciones[1]. De su círculo familiar intelectual imitó la constancia objetiva en sus investigaciones, de las que se desprende un lenguaje docto, -inusual- hasta ese momento para explicar los procesos de desarrollo cognitivo que ya se estudiaba en Rusia por el equipo de Vygotsky. Junto con él, sembraron las bases de una teoría muy reconocida actualmente, discutible es, el hecho de que Piaget es protagonista esencial de dichos aportes psicológicos experimentales. Es decir, Piaget no era un improvisado.

 

Fue bautizado con el nombre de Jean William Fritz Piaget. Fue asistente de Paul Godel quien dirigía el Museo Natural de Historia de Neuchâtel, a quien le había escrito para poder estudiar con escrupulosidad los fósiles y las conchas marinas, inclusive le propusieron ser ‘conservador’ de las colecciones, pero rechazó. Se interesó por la epistemología que estaba de moda en Europa, seguramente tuvo contacto con el Funcionalismo estructural, que advertía que los organismos al igual que las sociedades pueden ser explicadas desde lo homogéneo indefinido a lo heterogéneo definido, pues su primer gran trabajo quiso consagrarlo a explicar la evolución biológica del conocimiento.

 

Su vastísima curiosidad le impulsó a entregarse de lleno a cuántos libros llegaban a sus manos, “…Piaget vislumbraba la posibilidad de relacionar la epistemología con la biología por el cauce de la psicología, antes que por el de la filosofía. Sin embargo, no era ello óbice para que leyese cuantas obras de filósofos podía agenciarse: Kant, Spencer, Auguste Comte, Fouillée y Guyau, Lachelier, Botroux, Lalande, Durkheim, Tarde, Le Dantec, y en psicología, James, Ribot y Janet[2]. A la edad de veintiún años presentó su tesis sobre zoología, se licenció y doctoró (1918) en biología en la Universidad de su ciudad natal. A partir de 1919 inició su trabajo en instituciones psicológicas de Zúrich y París, donde desarrolló su teoría sobre la naturaleza del conocimiento.

 

Fue profesor en el Instituto Rousseau donde enseñó psicología infantil y sucedió a su mentor Reymond en 1925 ocupando su cátedra vacante en Filosofía en la Universidad de Neuchâtel. Dictó clases para la asignatura “Historia del pensamiento científico” en la Universidad de Ginebra en 1929 a la par que dirigía el Instituto Rousseau donde había colaborado, en el año treinta y nueve fue electo profesor de la materia de sociología en Ginebra, cátedra que aceptó sin que le consultasen previamente, esa estancia la dedicó a consagrar sus estudios en diferentes investigaciones, lo que en un futuro se recopilaría en su Études sociologiques.

 

Los Essai de logistique opératoire son publicados después de 1950 cuando ya dedica, tiempo y esfuerzo intelectual en su vieja ambición de una epistemología genética. En el 56’s presenta un riguroso examen supervisado por la Fundación Rockefeller el cual aprueba y le conceden una beca para crean el Instituto de investigaciones genéticas en la Universidad de Ginebra, en donde los más variados especialistas trabajaban e investigaban temas de física, filosofía, matemáticas, psicología, entre otras.

 

Realizó múltiples estudios y escribió un gran número de libros; las obras más importantes de Piaget son El lenguaje y el pensamiento en el niño (1923); La representación del mundo en el niño (1926); El nacimiento de la inteligencia en el niño (1936); La psicología de la inteligencia (1947); Tratado de lógica (1949); Introducción a la epistemología genética (1950) y Seis estudios de psicología (1964).

 

 

 

La crítica a la pedagogía

 

Después de haber recorrido brevemente el quehacer de Jean Piaget, es normal que se genere en nuestras ideas, la imagen de un clásico humanista científico, como quizá no lo ha habido hasta la fecha, a pesar de ello, ronda entre la pedagogía y los estudiosos de la misma, la simplista conclusión de que los aportes de Piaget consagran la muy debilitada ciencia pedagógica, hasta tal punto que la encierra en un marco psicológico puro del que muchos no pueden salir. ¿Fue Piaget pedagogo? Evidentemente no, pero estuvo muy cerca de la praxis pedagógica (la docencia) como no lo estuvo Rousseau, y a pesar de ello, pareciera que es más pedagogo que el mismo Piaget. ¿Qué ocurre con los pedagogos que no hacen pedagogía y con los que no son pedagogos y hacen pedagogía? Esa es la línea teleológica de la crítica fundamental de Jean Piaget.

 

 

En 1969 publicaba Psicología y pedagogía donde evidenció el estado de la pedagogía como ciencia. En ella escribe su asombro al percatarse de que no hay pedagogos científicos, y decir “pedagogos científicos” es afirmar que los hay, pero sin método. Hoy en día se sigue la misma problemática metodológica, ¿se trata de una ciencia secundaria o de una ciencia positiva? ¿Es una ciencia estricta o una sucursal de la psicología? No olvidemos un claro ejemplo con Kant, no era pedagogo, pero impartió en la Universidad de Königsberg las clases de pedagogía, “materia que se consideraba complementaria hasta tal punto de no contar con un profesor específico”[3].

 

Escribe Piaget; “¿Por qué la pedagogía es en tan escasa medida obra de los pedagogos?, …La verdad es que en nuestras sociedades la profesión de educador no ha alcanzado aún el status normal al que tiene derecho en la escala de valores intelectuales. Un abogado, incluso si no tiene un excepcional talento, debe su consideración a una disciplina respetada y respetable como es el derecho y cuyo prestigio corresponde a cuadros universitarios bien definidos. Un médico, aun cuando no haya curado a nadie, representa una ciencia consagrada, difícil de adquirir. Un ingeniero representa, como el médico, una ciencia y una técnica. Un profesor de universidad representa la ciencia que enseña y que se esfuerza en hacer progresar. Por el contrario, al maestro de escuela le falta un prestigio intelectual comparable, y eso a causa de una serie extraordinaria de circunstancias bastante inquietantes[4]”. Lo que Piaget diagnóstica es vigente hasta nuestras fechas, los docentes de educación básica no son pedagogos, siguen un plan de estudios, pero no hacen investigación, (investigaciones que Piaget por su parte llevaba a cabo), estudios que demostraban con resultados y datos, de forma empírica, los procesos intrínsecos a los que los alumnos eran sometidos. ¿Cómo debe investigar un pedagogo? O, mejor dicho, ¿Qué debe investigar? ¿Cuál es su objeto de estudio? ¿Es el objeto de estudio de la pedagogía exclusiva de la pedagogía?

 

En la actualidad la pedagogía goza de un prestigio que se establece mediante los estudios y grados académicos alcanzados, si bien, existen pedagogos que investigan, muchos de ellos inclusive, si se quieren dedicar a trabajar sobre la inteligencia de los niños, no pueden enajenarse de las propuestas y teorías psicológicas como si de otra ciencia se tratara. Y es que depende mucho de otras, no se ha cerrado categorialmente y ese es el problema más serio que aqueja a dicha disciplina científica. Pasa a ser una mera práctica lúdica para muchos especialistas, quienes no ven con agrado que un pedagogo pueda criticar las teorías del aprendizaje como si de árboles inamovibles de trataran. Por el contrario, el pedagogo que ha cursado sus estudios con objetividad y se dedica a la enseñanza, es generador de forma paidéica de una teoría unificadora que es la del proceso enseñanza-aprendizaje, como el mismo objeto de estudio. Se requiere entonces delimitar hasta dónde, otras ciencias pueden intervenir en la nuestra y esa es una acción proyectiva que en los propios pedagogos debe emanar.

 

Aspirar a ser cultos, a leer lo más que se pueda de historia de la pedagogía para comparar cómo se han comprendido los métodos del pasado y por qué muchas veces, ‘lo pasado’ ya no debe seguirse empleando porque recae en el grupo denominado como “escuela o método tradicional”. ¿Puede el proceso enseñanza aprendizaje anclarse únicamente a categorías temporales como para afirmar que el modo en que se enseñó en la antigüedad es anacrónico en nuestros días? Piaget no lo logró vislumbrar, había algo de lo que carecía, “no conocía a profundidad la pedagogía”, tanto, así como para considerarse él mismo, un único teórico digno de la pedagogía, sin serlo.

 

No demerita su interpretación a la pedagogía, por el contrario, muchos pedagogos hasta hoy en día no se han leído ni un libro completo de Piaget, pero compran la idea y sus propuestas psicológicas genéticas como la panacea de la pedagogía. No se atreven a criticarlo ni mucho a menos a afirmar que se ha equivocado, o si viviera, el poder preguntarle, ¿Cómo lo aplicaría al día, día de una clase con niños de tercer grado de primaria? Por ejemplo.

La crítica de Piaget es, por lo tanto, nacida desde el suelo de la ciencia experimental, (lo cual es mejor que creer que la educación o la pedagogía es un acto de amor, frase por más cancerígena para la ciencia educativa), lo que en esencia trata de expresar es que los pedagogos de su tiempo, y los que le antecedieron, no eran o nunca dieron clases, lo cual es primordial para la experiencia docente; la ya clásica expresión magisterial, ¡Pon a prueba los métodos siendo un docente activo y verás la realidad del método! Cuando Piaget recorre el historial de los que han sido considerados grandes pedagogos se da cuenta que “Comenius creó y dirigió escuelas, pero su formación era teológica y filosófica. Rousseau no dio clases y, si tuvo hijos, se sabe que se ocupó muy poco de ellos. Froebel, el creador de los jardines de infancia y defensor de una educación sensorial (por otra parte, muy insuficiente), era químico y filósofo. Herbart era psicólogo y filósofo. Entre los contemporáneos, Dewey era filósofo, María Montessori, Decroly, Claparéde eran médicos, y los dos últimos, además, psicólogos. Pestalozzi, quizás el más ilustre de los pedagogos que únicamente era educador (muy moderno, por otra parte), no ha inventado realmente nada nuevo en cuanto a métodos o procedimientos, a no ser, acaso, el empleo de las pizarras, y aun por razones de economía...[5]. Es curioso que no mencionara al gran pedagogo Juan Luis Vives, o a Quintiliano, o a Locke, quienes sí desempeñaron labores docentes y fueron por mucho, y por encima que el propio Piaget, “grandes pedagogos[6]”.

 

El mismo Vygotsky que para la fecha en que Piaget realizaba sus primeros estudios, el equipo de trabajo conformado por el autor antes mencionado, Luria y Leontiev, ya analizaban y criticaban las teorías piagetianas. En “Aprendizaje y desarrollo intelectual en la edad escolar” Vygotsky define la teoría de Piaget como, -extremadamente compleja e interesante-, en donde analiza y compara, la propuesta de Piaget de estudiar el desarrollo del pensamiento del niño, de forma muy independiente al proceso de aprendizaje, “Para Piaget se trata de una cuestión de método y no de una cuestión referente a las técnicas que hay que usar para el desarrollo mental del niño. Su método consiste en asignar tareas que no solo son completamente ajenas a la actividad escolar, sino que excluyen también toda posibilidad de que el niño sea capaz de dar la respuesta exacta. Un típico ejemplo que ilustra los aspectos positivos y negativos de este método son las preguntas utilizadas por Piaget en los coloquios clínicos con los niños. Cuando a un niño de cinco años se le pregunta por qué no se cae el sol, no solo es evidente que no sabe la respuesta justa, sino que, aunque fuera un genio, no podría imaginarse una respuesta que se acerque a la correcta[7].

 

 

Fuentes de la teoría del desarrollo cognitivo

 

La teoría del desarrollo cognitivo del niño o del infante es el nombre de las aportaciones psicológicas, biológicas, epistemológicas y genéticas de Jean Piaget, como una teoría total, es imposible hallarla en un solo libro, su extenso aporte metodológico puede estudiarse en sus múltiples libros y artículos que proliferaron durante su vida. En “Seis estudios sobre psicología” “Psicología de la inteligencia” “Biología y conocimiento” “El papel de la acción en el desarrollo del pensamiento” “Lenguaje y pensamiento en el niño” entre muchas otras, se enlistan como la fuente de su pensamiento científico vital y pedagógico. En “Seis estudios sobre psicología” Piaget concatena todos sus conocimientos psicológicos y científicos de sus anteriores estudios lógico-genético-epistemológico para la explicación de cada una de las etapas de su TDC; “El desarrollo psíquico que se inicia con el nacimiento y finaliza en la edad adulta es comparable al crecimiento orgánico: al igual que este último, consiste esencialmente en una marcha hacia el equilibrio. De igual forma, en efecto, que el cuerpo evoluciona hasta un nivel relativamente estable, caracterizado por el final del crecimiento y por la madurez de los órganos, también la vida mental puede ser concebida como si evolucionara en la dirección de una forma de equilibrio final representado por el espíritu adulto. Así pues, el desarrollo es, en un sentido, un progresivo equilibrarse, un paso perpetuo de un estado menos equilibrado a un estado superior de equilibrio[8].

 

 

Para la fecha que Piaget inició sus estudios, -como mencionamos anteriormente-, en gran parte de las Universidades y centros de estudios, estaba terminando el apego al positivismo y la teoría de Spencer sobre la ley general de evolución que subdividía en tres etapas; a) la inorgánica, que comprendía la astrogenia y la geogenia; b) la orgánica, que comprendía los procesos físicos y psíquicos; c) la superorgánica, que comprendía los procesos sociales. Este esquema retrata a la perfección la necesidad de Piaget de describir el desarrollo psíquico como el crecimiento orgánico. Para dicho ejemplo se usaba las fases de una rana, desde el huevo, pasando por el renacuajo hasta la rana adulta.

 

 

Las etapas o estadios de la TDC

 

Primer estadio o etapa sensorio-motora (del nacimiento a los 2 años)

Lo que define esta etapa es la obtención de conocimiento a partir de la interacción física con el entorno inmediato y la asimilación del mundo exterior; “esta «asimilación sensorio-motriz» del mundo exterior inmediato lleva a cabo, de hecho, en dieciocho meses o en dos años, toda una revolución copernicana en miniatura: mientras que en el punto de partida de este desarrollo el recién nacido lo refiere todo a sí mismo o, más concretamente, a su propio cuerpo, en la meta, o sea cuando se inician el lenguaje y el pensamiento, el niño se sitúa ya prácticamente, como elemento o cuerpo entre los demás, en un universo que él ha construido paulatinamente y que siente ya exterior a sí mismo[9].

 

 

Segundo estadio o etapa preoperacional (de los 2 a los 7 años)

E, esta segunda etapa empiezan a ganar la capacidad de ponerse en el lugar de los demás, actuar y jugar siguiendo roles ficticios y utilizar objetos de carácter simbólico, la comunicación es sumamente importante en esta parte porque, “Con la aparición del lenguaje las conductas se modifican profundamente en su aspecto afectivo e intelectual. Además de todas las acciones reales o materiales que es dueño de efectuar al igual que durante el período precedente, el niño es capaz, mediante el lenguaje, de reconstituir sus acciones pasadas bajo la forma de relato y de anticipar sus acciones futuras mediante la representación verbal[10].

 

 

Tercer estadio o etapa de las operaciones concretas (de los 7 a los 11 años)

Empieza a usarse la lógica para llegar a conclusiones válidas relacionado con cosas concretas, aparece la transición entre los hábitos y los actos de inteligencia, importante reconocer que es en esta etapa, donde muchos sistemas escolares del mundo comienzan a aceptar estudiantes en los primeros grados de estudio; “El promedio de edad situado en los siete años, que coincide con el principio de la escolaridad propiamente dicha del niño, señala un giro decisivo en el desarrollo mental. En efecto, asistimos, en cada uno de los aspectos tan complejos de la vida psíquica, tanto si se trata de la inteligencia o de la vida afectiva, de las relaciones sociales o de la actividad característicamente individual, a la aparición de nuevas formas de organización que completan los esquemas de las construcciones presentes durante el período precedente y les aseguran un equilibrio más estable, inaugurando también una serie ininterrumpida de nuevas construcciones[11].

 

Cuarto estadio o etapa de las operaciones formales (de los 11, 12 en adelante)

El niño/alumno utiliza la lógica para llegar a situaciones concretas y abstractas, se observan actos de inteligencia superior, comenzará a usar los esquemas de conocimientos conocidos para asimilar el objeto de su interés; “A los once o doce años, cuando se ha iniciado este pensamiento formal, es posible la construcción de sistemas que caracterizan a la adolescencia: las operaciones formales facilitan, efectivamente, al pensamiento un poder totalmente nuevo, que equivale a desligarlo y liberarlo de lo real para permitirle trazar a su antojo reflexiones y teorías[12].

 

 

Una vida científica

 

Existe un antes y un después en las ciencias humanas y en la pedagogía con la figura ínclita de Piaget, teórico lúcido como pocos, hacedor de contenidos sumamente interesante y que modificaron la forma de percibir la educación y sus procesos internos como externos. “Piaget influyó en nuestra forma de concebir el desarrollo del niño. Antes que propusiera su teoría, se pensaba generalmente que los niños, eran organismos pasivos plasmados y moldeados por el ambiente. Piaget nos enseñó que se comportan como ‘pequeños científicos’ que tratan de interpretar el mundo[13].

 

 Tras su muerte el periódico “El país” publicó la siguiente nota:

 

“El profesor Jean Piaget, psicólogo y pedagogo suizo de renombre mundial, murió ayer en Ginebra a la edad de 84 años, según se supo de buena fuente. Autor de trabajos sobre el desarrollo del pensamiento y del lenguaje en los niños y de epistemología genética, el profesor Piaget era miembro de numerosas sociedades científicas y doctor honoris causa de una treintena de universidades”.

 

 

 

 

Antonio Pérez-Paredes (1992- )

Licenciado en Pedagogía por la Universidad del Sur. Ha participado como ponente en la Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP) en varias ocasiones; “Foros universitarios; El holocausto y su impacto en los derechos humanos (2013)” “El genocidio y otros delitos competencia de la Corte Penal Internacional (2014) como moderador en la Universidad Tec-Milenio” “Alianza Internacional Universitaria por la Paz (2015) en la Universidad Politécnica de Quintana Roo” “ Educar para recordar: El holocausto y los derechos humanos (2016) en la Universidad del Sur”. En 2018 participó en el “Simposio de Autonomía Curricular, realizado en el Tec-Milenio” en 2019 recibió la certificación de competencia laboral en el “Uso didáctico de las tecnologías de información y comunicación en procesos de aprendizaje” y en 2020 la constancia en su participación del curso “Convivencia escolar desde la perspectiva de los derechos humanos (por la CNDH)”. Actualmente es profesor en el Colegio Mano Amiga Cancún y en la Universidad del Sur.



[1] Piaget, Jean, Autobiografía, El nacimiento de la inteligencia, Ediciones Caldén, pág. 29

[2] Revista Colombiana de Psicología, Nos. s-e AÑO MCMXCVII U. NACIONAL DE COLOMBIA BOGOTA, D.C

[3] Prólogo a la Pedagogía de Kant. Akal ediciones 2018 pág. 7.

[4] Piaget, Jean. Psicología y pedagogía, Crítica editorial, España, 2001, pág. 17-18

 

[5] Ibídem.

[6] Sobre este tema hay un estudio exquisito sobre la vida y obra de diferentes figuras de la pedagogía y la educación. el libro lleva por nombre “Los grandes pedagogos” estudios bajo la dirección de Jean Château, catedrático de filosofía y doctor en letras. Es profesor de psicología y de pedagogía en la Universidad de Burdeos. El FCE ha publicado la obra desde 1959. Curioso que Piaget no aparezca entre los ensayos, dando entender así que no es considerado como un ‘gran pedagogo’.

[7] Vygotsky, Luria, Leontiev. Psicología y pedagogía, Akal ediciones, España, 2007, pág. 24

[8] Piaget, Jean, Seis estudios de psicología, Editorial Labor, España, 1991. pág. 11

 

[9] Ibídem, pág. 18

[10] Pág. 28

[11] Pág. 58

[12] Pág. 86

[13] Linares, A. R. Desarrollo cognitivo; Las teorías de Piaget y Vygotsky, Universitat Autònoma de Barcelona, Col-legi oficial de Psicòlegs de Catalunya, 2008.