Introducción
La teoría curricular o el
modelo curricular se inauguran como una disciplina académica, cuyo objetivo
primordial es plantear los pasos que deben seguirse para la elaboración del
currículo de una escuela, universidad o instituto. Ralph Tyler e Hilda taba se
consideran los teóricos curriculares más importantes del género. Con sus obras
y trabajos de investigación consolidaron un área escolar, que hasta antes, era
dejada a especialistas que no tenían contacto con la docencia.
El concepto de teoría curricular en Tyler y Taba
El concepto de teoría curricular es
tan amplio y rico en interpretaciones que cualquier dotado de conocimientos o
experiencia docente podrá inferir su significado, esto determina lo propio de
nuestro escrito. ¿Qué es la teoría curricular? ¿Cómo se define? ¿Qué
características posee? No cabe duda que tanto “teoría” como “currículo” son
palabras usadas coloquialmente por los trabajadores educativos, investigadores
y docentes. Hay en ello muchas implicaciones; su importancia, su trascendencia
y su actualidad. La teoría curricular nace en condiciones meramente de
exigencia académica, el maestro en la práctica lo usa y el alumno lo vive, en
experiencia de aprendizaje, es fundamental que tanto el investigador y el
docente participen activamente en el proceso de planeación y evaluación. Solo
el docente es uno de los actores fundamentales en la práctica educativa,
también debe serlo en el momento en que se planea dicha práctica; es decir, en
el diseño curricular que se concreta en el plan de estudios del aula, (Jiménez
Ríos, 2002).
La teoría curricular es como se le
denomina al conjunto de investigaciones que se orientan a explicar el cómo y el
por qué se deben crear planes de estudio, en dichas investigaciones se expresa
la necesidad de señalar los aprendizajes y objetivos tanto del contenido como
del perfil del alumnado. El currículo se constituye en el puente que permite, fomenta
y desarrolla la interactividad entre la universidad y el contexto, y por
supuesto, también entre la teoría y la práctica, (Malagón Plata, 2008).
Uno de los más importantes teóricos
del currículo fue Ralph Tyler. En 1903, nació Ralph Tyler. Se autodescribió
como un “adicto a la enseñanza”. En 1949, publicó el libro Basic Principles of Curriculum
and Instruction. Este autor se planteó cuatro preguntas fundamentales que,
según él, describían un currículo escolar. No fue su objetivo dar respuesta a
estas preguntas, sino más bien estudiarlas, (Arana Palomino, 2017). Como
investigador del currículo diseñó uno de los modelos que siguen vigentes y su
obra es referente de epistemología del currículo.
Tyler se enfocó en interrogar el
origen de los aprendizajes de los alumnos, ¿qué deben aprender? Y la forma en
cómo debían ser evaluados. Entre su sistema teórico se vislumbra un aspecto no
visto anteriormente, la importancia de que el estudiante sea considerado como
pieza clave para el diseño del currículo. Por ello Tyler y más adelante Hilda
Taba, serán a la postre, los teóricos del currículo más citados en el mundo
académico.
Establecer objetivos claros es una
meta que cualquier currículo debe considerar, si los objetivos que se
establecen no son relacionados con los aprendizajes, o si se desea únicamente
completar un plan, el programa escolar será rotundamente un fracaso. Las
definiciones de las mismas deben cumplir con lo marcado en la investigación.
Los objetivos deben poseer similitud con el aprendizaje que se espera alcanzar.
Hilda Taba nació en 1902, fue maestra
de escuela y prominente investigadora del currículo. Nacida en Estonia, fue
desde infante una niña aplicada. Se doctoró en la Universidad de Columbia.
Junto a Tyler, -de quien aprendió mucho de lo que luego interpretaría-, es
teórica del currículo. En su libro base, Elaboración
del currículo se expresa así; En ese sentido podría afirmarse que en el
periodo siguiente a la Segunda Guerra Mundial la evolución del currículo ha
padecido un progresismo reprimido. “El resultado es una especie de vacío, que
se llenó con propuestas de reforma, muchas de ellas animadas por la concepción
precientífica de la disciplina mental, con evidente ignorancia de los
principios del aprendizaje o falta de familiaridad con la naturaleza de la
población escolar y las realidades sociales, (Taba, 1974)”. La teoría de Taba
podría condensarse en algunos aspectos a tratar: el diagnóstico de las
necesidades, formulación de los objetivos, selección de contenidos,
organización del contenido, selección de actividades, organización de las actividades
y por último el diseño de los planes y programa educativos, alienados en los
resultados de los seis pasos anteriores. Como se puede apreciar, estos ‘pasos’
presuponen un ejercicio de optimización de los manuales docentes y encamina la
práctica a una profesionalización del profesorado.
El primero de los pasos, el
diagnóstico debe servir para conocer cuáles son los problemas con que se tienen
que contar y partiendo de allí, replantear lo que en el paso dos serían los
objetivos, enmarcados en dar solución a corto o largo plazo. Las selecciones de
los contenidos hacen referencia en aquellos rubros donde académicamente se
desean usar en el diseño final del currículo, por ejemplo, si se trata de
matemáticas de primaria, los contenidos deben ser entrelazados con los
programas oficiales de cada país, por lo que la teoría se nutre de estos
elementos externos. Una vez se tengan previstos los contenidos, deben
organizarse y jerarquizarse, posteriormente la selección y organización para
finalmente diseñar el currículo, lo que sustentará el plan y programa
educativo. Taba y Tyler apuntaron que era necesario que el currículo no se
construya siendo ajena a la realidad social, por el contrario, deberán tomarse
en cuenta para contextualizar el currículo y al aplicarlo no cree limitantes o
no se logren alcanzar los objetivos fijados.
La teoría curricular es una pieza
clave en todo sistema educativo. Las escuelas y los institutos se enriquecen
cuando sus planes y programas están basados en una teoría comprometida, teoría
que como señalamos al principio, se la debemos a los trabajos de Ralph Tyler e
Hilda Taba.
Conclusión
Se puede finalizar
haciendo hincapié en la necesidad vital de requerir un currículo que defienda
la profesionalización del trabajo docente. Es imposible que la enseñanza se
siga considerando como una actividad más, cuando es en la realidad escolar
donde ésta se lleva a la verdadera prueba y así evaluarlo.
Bibliografía
Arana
Palomino, Wilson (2017). Hacia una definición de currículo en una institución
superior de educación adventista. Una revisión crítica de diferentes posturas
curriculares. Enfoques, XXIX (1), 1-24. [Fecha de Consulta 23 de Octubre de
2021]. ISSN: 1514-6006. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=25955335002
Jiménez
Ríos, Edith (2002). La participación de los académicos en el diseño curricular
de planes y programas de estudio en la UNAM. Perfiles Educativos, XXIV (96),
73-96. [Fecha de Consulta 23 de Octubre de 2021]. ISSN: 0185-2698. Disponible
en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13209605
Malagón
Plata, Luis Alberto (2008). El currículo: perspectivas para su interpretación.
Investigación y Educación en Enfermería, XXVI (2), 136-142. [Fecha de Consulta
23 de Octubre de 2021]. ISSN: 0120-5307. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=105215278013
Taba,
Hilda. Elaboración del currículo, Buenos aires, 1974.