Cuando
Lacan visita a Heidegger
Dos
incomprensibles
Jean Beaufret está
inmerso dentro de la polémica cuando regresa Heidegger del exilio académico
consecuencia de una desición tomada por Jasper. Beaufret estaba inmerso en la
lectura de Ser y tiempo, había hallado en el pensamiento de Heidegger toda una
gama de ideas que lo hacían imaginar y pensar. El concepto de ser, ese del que
tanto hablaba Heidegger creía que podría ser utilizado en el psicoanálisis. Tras
la liberación de Francia Beaufret no sólo se transformó en el traductor de
Heidegger sino que lo metió al país de las luces, fue su portavoz.
Beaufret divulgó una
idea que al maestro de la selva negra no le pareció correcta y la desmintió. Jean
entonces pidió a Heidegger que aclarará la postura tomada hasta entonces y este
escribió La carta sobre el humanismo. Como
consecuencia Beaufret y Martin entablan un contacto cercano, una amistad. Para 1951
cuando el segundo Heidegger recobra una habilitación escolar, Beaufret por
cuestiones personales comienza a frecuentar a Lacan. Lacan se encargaba por
entonces tratando de regresar a Freud, y ya había comenzado su famoso congreso
de 1949 en Zúrich sobre el Estadio del espejo.
Las frecuentes visitas
de Beaufret al consultorio del Dr. Lacan y las charlas sobre Heidegger que
ambos sostenían postconsulta hizo que un Lacan curioso recobrara su interés por
el ex-rector de la Universidad de Friburgo, Martin Heidegger. Este interés se
ve reflejado como bien lo menciona Hinojosa Aguayo, Lacan en su Discurso de Roma, un simple informe técnico al uso, que debía elaborar para la inauguración del Congreso de la
Asociación Internacional de Psicoanálisis de Roma de 1953, Lacan cita
explícitamente a Heidegger y señala los puntos de encuentro entre la concepción
del Ser heideggeriano y su interpretación de Freud.
El interés de Lacan no
cesará hasta que lo visita junto con Beaufret a su casa en 1955. Existe otra
versión que señala que es Heidegger quien visita a Lacan en su casa. Para
la charla sirvió de traductor el filósofo francés nacido en Grecia Kostas
Axelos. La tertulia estuvo conformada por Heidegger, Lacan, Beaufret, y las
esposas de ambos, tanto de Heidegger como de Lacan. Elfride y Sylvia.
Dicho encuentro probablemente generara un cambio
radical ante la crítica suscitada sobre un supuesto enajenamiento entre
Heidegger y la comunidad científica y psiquiátrica. Heidegger daría en Zollikon
sus famosos Seminarios que iniciaron en 1947 con Medard Boss.
Dos incomprensibles se reúnen, Heidegger el filósofo
más importante del siglo XX y el más polémico y Lacan, el hombre que reinventa
el psicoanálisis. Parece ser que no sólo el sobre interés que ambos generan los
colocan en un peldaño importante en el rubro del pensamiento occidental, ambos
coincidieron con el amor por la filosofía de oriente. Cuando Heidegger cumplió
ochenta años lo visitó el filósofo japonés Koichi Tsujimura que moría por
conocerle. En Japón la presencia de Heidegger está viva. Jacques Lacan por su
parte aprendió mandarín durante la ocupación Nazi en su país, para 1963
viajaría a oriente y en segunda ocasión en 1971.
Todavía hay mucho que decir de estos dos grandes
personajes del pensamiento y cada uno por su parte, entre tanto, es menester
revivirlos, leyéndolos, interpretándolos y transformándolos.
Lic. Antonio Pérez-Paredes
profesor de Primaria y Universidad
profesor de Primaria y Universidad
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