jueves, 11 de agosto de 2016

"Metafísica de la vaca" o una lección sobre la realidad




Metafísica de la vaca o una lección sobre la realidad



 ¿Qué es la realidad? Bueno, la realidad es aquello que “está” realidad viene de realitas que a su vez viene de res que significa cosa. 

 Podemos ver que res que es cosa es lo real, aquello que es porque está, y la realidad es lo propio de quien construye la res desde su subjetividad. Esto desde el sujeto cognoscente como punto de partida. La realidad vemos, se construye de lo real, -la res, la cosa-, pasa a ser realidad, lo que da lo real al ser propio de quien lo nombra, por ello se separa sólo a partir de que es “aparecido o es dado” por obra del hombre, la realidad es del hombre lo que a la realidad a lo real, uno se puede engañar con la realidad pero lo real es lo que demuestra tal engaño, ante los ojos del ser lo real parece un fantasma, algo que puede repugnar al ser de la realidad. Tenemos entonces dos conceptos divididos pero que son a su vez parientes, “lo real” y “la realidad” lo real es lo que es en general al ser del hombre pero insignificantemente irreal al hombre del ser, la realidad es particular del ser, pero irremediablemente significante de lo real del ser.

Tenemos hombre y su particularidad (subjetividad) ese cogito ergo sum de Descartes

Y tenemos lo real y el hombre como generalidad, (autoconsciencia) la dialéctica en Hegel

Pero aquí surge un problemita que si bien, muchos filósofos medio notaron pero no se detuvieron a desarrollarlo, (recordemos que Heidegger en su texto: ¿Qué es la filosofía? Dice que la filosofía es “demorarse” y demorarse es darse tiempo) pero bueno, ya luego nos detendremos en Heidegger. Kant por ejemplo habla de la cosa en sí, en nuestro discurso la cosa en sí sería la res o sea la cosa, es menester entonces advertir la relación de la cosa con el ser, teniendo en cuenta que el ser, propiamente dicho es la cualidad pensativa del hombre es el hombre que piensa, que se da su ser no por sentado, sino por la búsqueda.

Bueno dicho problemita es la condición de ipseidad. Esto no es algo que puedan buscar en google o en otro medio, es algo propio, es algo que dentro de lo que puedo hago a modo de pasión. Bueno,… Sartre en El ser y la nada habla de la ipseidad, que es el “yo mismo de mí” es el pensarse a sí mismo desde la autoconsciencia casi Hegeliana. Si ustedes leen el capítulo dedicado a la autoconsciencia: dominio y servidumbre se darán cuenta. Es ahí donde elabora toda esa filosofía del deseo que desea y todo eso. Bueno, Hegel también hablaba del sujeto absoluto, sí, del sujeto absoluto, y qué es el sujeto absoluto, bueno yo lo definiría así, es aquel sujeto en el cual cabe lo subjetivo y lo objetivo, es decir la “Autoconsciencia” o como también le llamaba Hegel Ser-para-sí.

La condición de ipseidad es la categorización que el hombre hace ante dicha complejidad, la misma que yo les acabo de manejar sobre qué es la realidad. Sabemos que algo es real, pero podemos decir que algo no lo “es” al no ser, “es” porque lo que no “es” es, “lo-que-no-es”. Pero lo que sí es, es lo real de mi realidad porque parte de mi centralidad, de mí subjetividad, aquí por ejemplo algunos analíticos o marxistas nos estarían diciendo que la realidad es una construcción social y que la subjetividad suprime lo verdadero en tanto causa justa, pero sin individuos que tengan una libertad subjetiva no hay realidad social, porque en una dictadura lo único real que existe es lo que dicen el Dictador. Esa es la realidad porque es lo real del dictador, pero el dictador en su subjetividad considera que todos deben creer esa realidad y seguirla, pero como no se cuestiona es -Lo único real-, es por eso que una democracia es una realidad social, porque hay sujetos que pueden pensar diferente a otros y exponerlo así como le damos dicha exposición a lo que está, y lo que está es lo real, pero desde nosotros es la realidad.

Obvio en determinado momento vamos a chocar con lo real de portazo, porque lo nuestro es realidad subjetiva y lo real, lo general, el mundo, es “Real” es res, es cosa, es lo que está ahí. Es muy complicado entender de buenas a primeras una ejecución rápida sobre lo que es la realidad. Por ejemplo los griegos tenían una visión y una cosmovisión diferente a la nuestra, en el medioevo era otra la visión de realidad, en la ilustración era otra y en pleno siglo XXI es otra, igual si nos vamos con Husserl su realidad sería puro fenómeno, para Heidegger sería el ser en el mundo y la pregunta que cuestiona por el ser del mundo. Para los estructuralistas franceses la realidad estaría determinada por ciertos actos que repercuten cuando se modifican en un determinado lugar.

Les voy a dar un ejemplo. Hay una película mexicana muy buena que se llama Santitos. Trata sobre una mujer a la que le roban a su hija y un día mientras limpia -creo-, su estufa en el cristal de la puerta del hombro le aparece San Judas y le dice que busque a su hija porque está viva. Entonces la señora empieza a buscar a su hija como loca, para no alargar más y no contarles toda la película. Llega a un prostíbulo si mal no recuerdo en el paso y comienza a trabajar de, pues de eso no, de dar placer a hombres por dinero, llega a ese lugar porque le dijeron que allí llevaban a las jovencitas que raptaban para trabajar de esclavas sexuales. Entonces las escenas se vuelves muy raras, la madrota que es la jefa de la casa es un travesti ya de edad que está en silla de ruedas y siempre trae agarrado un conejo. Si mal no recuerdo creo que el personaje lo hace el gran actor Eugenio Cobo. En fin, mientras trabaja es mujer se dedica a revisar cada habitación de la casona con la empresa de hallar a su hija. Y no la encuentra en ningún cuarto, se frustra llora ya se lo imaginarán. Y de pronto nota que esta señora, -la madrota-, y su mano derecha entran a un cuarto que ella no ha visitado, entran de manera muy misteriosa y empieza entonces a decirse a sí misma que seguramente en esa recamara tan custodiada se halla su hija. Hace hasta lo imposible para poder entrar a esa habitación y segundos antes de que eso suceda la madrota le dice que debe jurar que lo que verá allí dentro no se lo dirá a nadie. Acepta la condición y abre la puerta, ya se imaginaran la cara de alegría de la señora. Abre la puerta y al final de la habitación hay una vaca metida como en un baño. La madrota mueve las ruedas de su silla y se acerca a la vaca, palpa una de sus ubres y exclama, ¡mi bebé! La señora sale gritando y bueno.

La realidad era que la señora pensaba que su hija estaba en esa habitación, lo real era que no, dentro no estaba su hija había una gorda y ruidosa vaca.

Lic. Antonio Pérez-Paredes

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