miércoles, 10 de agosto de 2016

La Universidad en Cancún "Una reflexión temprana"

Película El indomable Will Hunting


La Universidad en Cancún

Una reflexión temprana





Para una Institución es más fácil seleccionar a sus alumnos y decir que eso es calidad, a contratar maestros capaces intelectualmente hablando y un personal honesto y retribuirles un sueldo a su medida.

Antonio Pérez-Paredes



Algo de historia

El proyecto Cancún fue ideado como un pozo de extracción, una máquina de hacer dinero, un campo de batalla donde rápidamente se comenzó la planeación arquitectónica y construcción de lo que se auguraba un paraíso vacacional que daría fuertes ingresos de dinero al país. Vale reflexionar que sólo se concibió como un polo turístico más, ambicionado desde finales del 68 por los técnicos del Banco de México, no podía siquiera imaginársele como una ciudad que ocupara seres pensantes. Carlos Nader compró los terrenos cocoteros en pocos pesos haciéndose pasar por hacendado. Así avanzaría el desierto sobre tierra virgen.

Ahora bien, bajo este precepto de polo turístico se elevó toda infraestructura tanto política, gubernamental, de servicio privado y obvio educativo. Si lo que se pretendió desde un inició fue un lugar donde los turistas vinieran a derrochar su dinero y asolearse mientras disfrutaban de una rica margarita era obvio que lo que menos importaba era el fin racional de una educación. Para laborar en los primeros restaurantes se trajeron personal de Acapulco, hombres de Isla mujeres y personal de Valladolid, Tizimin entre otros lugares próximos.

El objetivo era llegar a Cancún y hacerse de dinero, en los pueblos de Yucatán así como en otras ciudades de la república se esparcía el rumor que se recogía el dinero con palas y todo era como el cuerno de la abundancia. Lo importante era trabajar, hacer dinero, ahorrar las propinas y comprarse un terreno para luego con mucho esfuerzo construir una vivienda.

En 1977 se crea en Cancún los primeros Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS). Para 1979 abría sus puertas el primer CONALEP en la provincia ofreciendo sus servicios en Chetumal. En 1991 la Universidad La Salle comenzó a prestar servicios en las instalaciones del Instituto Cancún de La Salle, para que después abrir su campus en 1966.

Las instituciones educativas tanto públicas como privadas responden a demandas diferentes puesto que cada una tiene una teleología que varía según su estatus. Podríamos hablar del nivel básico pero nos enfocaremos al nivel superior. Las universidades en Cancún.

¿Son buenas las Universidades en Cancún?

Sí, claro que hay buenas Universidades, centros de estudio que por su prestigio con sólo mencionar su nombre uno puede imaginarse un nivel superior a escuelas de gobierno. Lo cierto es que en todas hay los mismos problemas. Hay Universidades como La Anáhuac o La Salle que cuentan con una matrícula de profesionistas dando clases muchos de ellos con maestría y doctorado o extranjeros. Lo mismo con la Universidad del Caribe que tiene profesores de otros países y exige haber obtenido cierto nivel educativo o algún posgrado en el extranjero. Pero, ¿Por tener más títulos o estudiar en el extranjero me hace un mejor o peor maestro? La respuesta podría ser; en algunos casos sí y otros no. Daré un ejemplo:

Tuve durante mi carrera universitaria una profesora que además daba clases en la del Caribe y estaba en la lista de investigadores, prominente doctora que había realizado estudios en Centroamérica y con varios diplomados, etc. Bueno, bastaba oírla para darse cuenta que de “educación” no sabía nada, que su lenguaje era precoz por no decir nulo, que su comprensión teórica acababa en puras dinámicas y que Bochenski era su autor de cabecera. Yo era un alumno de séptimo pero debo confesar que era muy movido, estudiaba por mi cuenta, tuve los mayores maestros que fueron los clásicos griegos y toda la filosofía continental del siglo XX. Tenía inquietudes y preguntaba mucho, cuestionaba a todos mis maestros porque además de que yo me pagaba la escuela les exigía más, porque a mí me costaba. Y cuando tenía maestros mediocres me enojaba porque sentía que mi dinero se desperdiciaba. Pero bueno, esta maestra que se las daba de muy instruida daba clases en la del Caribe pero era realmente muy fatua, y entonces regresamos a la misma pregunta; ¿Por tener más títulos o estudiar en el extranjero me hace un mejor o peor maestro? Traten de contestarse ustedes.

Recuerdo a otro maestro, creo sólo tenía su licenciatura en la UPN, (Universidad Pedagógica Nacional), yo estudiaba esa carrera en la que muchos consideran una universidad patito. La Universidad del Sur. Dicho profesor era un hombre con virtudes extraordinarias, lúcido y muy inteligente, capaz de hacernos reaccionar, ojo, “reaccionar”, abrir la mente ante la realidad, solía ser una clase muy socrática, muy de reflexión y análisis. Era un buen profesor, tan bueno que lo corrieron cuando con un grupo organizó una votación en la Facultad y ganó AMLO. Lo corrieron como corrieron a muchos que eran muy buenos maestros, y contrataron a otros que no lo eran. Y regresamos a la misma pregunta, ¿Por tener más títulos o estudiar en el extranjero me hace un mejor o peor maestro?

Una universidad no sólo está formada por un patrón de profesionistas que a mi parecer así seas profesor de mecánica, gastronomía o algo relacionado con los negocios debe ser un sujeto pensante, un hombre que promueva la apertura del ser ante la realidad  social. Debe así, cualquier universidad, contar con una estructura interna de directivos capaces, que sean buenos en sus áreas y no se dejen corromper. Pero es muy difícil todo lo anterior para una universidad, los maestros y los directivos exigirían mucho sueldo. Entonces optaron por hacer su famosa “selección” donde estudiantes egresados de distintas preparatorias, (cada una con su buena y mala fama), intentan ingresar en su mayoría en alguna Universidad pública donde les será más fácil estudiar y posiblemente trabajar. En las cuales se paga una breve colegiatura cada cuatro o seis meses.

¿Por qué seleccionar?

La selección tiene por objetivo reconocer y aceptar a estudiantes con conocimientos generales en todas las áreas y también haber aprobado su psicométrico, que es básicamente un examen que busca una “total-generalidad” es decir, estudiantes cuadrados. Recuerdo una anécdota de una amiga que pretendía quedarse en Negocios en la del Caribe, era muy buena estudiante en la preparatoria, hablaba inglés y creo francés. El caso es que mis amigos y yo fuimos testigos de cómo estudiaba y trataba de hacer hasta lo imposible para quedarse en esa Universidad y no fue aceptada. En el salón de a lado, había otro tipo, un chico que siempre estaba recursando materias y que no pensábamos iba a ingresar a esa universidad y se quedó en Negocios. ¿Qué pasó? Sí, probablemente el chico no pasó su examen general de conocimientos pero aprobó el psicométrico. ¡Aplausos! (Ironía)

Como vemos todo está relacionado, mantener al grupo que ingresa a la Universidad así como queremos que se mantenga en su trabajo. Sé que es un discurso muy vociferado, ese que dice que las Universidades así como las escuelas son fábricas de mano de obra. La gente lo escucha y responde; “No es cierto a mí nunca me dijeron en la escuela que yo iba a estudiar para ser esclavo del sistema” es correcto, igual y nunca te lo dijeron literalmente, pero los modelos educativos forman eso, pero también te decían tus profesores que leyeras, que estudiaras, sino ibas a terminar de empleado de otro más inteligente o con más dinero que tú.

Todavía hoy en día hay jóvenes que eligen una carrera por el potencial ingreso económico que obtendrán cuando ya laboren. Lo que no saben es que no es así de fácil, a menos que seas un junior que sólo asiste por su papel para luego ingresar al negocio de papá, de la familia o de alguna amistad de la casa. Poco a poco los sueños se fracturan, la realidad de esta ciudad policlasista oprime y ahoga.

¿Qué pasa con los que no son aceptados en las universidades públicas?

Los alumnos que no son aceptados muchas veces se dedican a trabajar y el dinero comienza a corromperlos, al año trabajando ya no creen necesitar continuar sus estudios. Otros optan por buscar una beca en alguna universidad privada o ya de plano irse a Mérida a estudiar mientras se vive de arrimado con un pariente o se paga una renta. Otros esperan el año para volver a presentar, algunos aprueban y ven realizado su sueño, otros se frustran demasiado y declinan al estudio. Porque lo que no saben las Universidades que colocan prueban de ingreso es que el estudiante que aspira a ingresar a dicha institución y se esfuerza y no pasa se siente de lo peor, su autoestima baja y hasta cierto punto pueden llegar a recocerse como un tonto. Ah claro, pero eso no importa.

La otra opción.

Son las universidades que desde hace algunos 7 años vienen dando servicios superiores en la ciudad de Cancún sin fichas de aprobación de algún examen aprobado o pruebas psicométricas absurdas. Son estas universidades que con solo presentar la ficha de pago del Banco y llevar ciertas copias de algunos documentos personales ya estas oficialmente en la carrera que deseas.  Llegaron como para salvar a todos aquellos que o no aprobaron en otras, no quieren hacer examen o simple y llanamente en las públicas no había la carrera que ellos querían. ¿Decidir entre una carrera en una Universidad con prestigio o estudiar lo que quieres en una que dicen  que es patito? Ahí el dilema.

Recordemos también que fueron varias las Universidades públicas y privadas coludidas con ciertos periódicos y medios de comunicación que al ver el auge de dichas universidades que además ofrecían concluir la carrera en poco tiempo se pusieron a ensuciar con pifias a toda costa, para desprestigiarlas.

El valor de ser universitario

Ser universitario es Ser ya parte de la historia, ser universitario es como dice John Locke en su libro Pensamientos sobre educación “más capaz y atrevido”. Ser más capaz y atrevido y ser digno de ser universitario, tener espíritu de grandeza, querer cambiar el mundo, proponer, pensar, hablar, opinar, criticar en su buen modo, analizar, hacer y ayudar. Debería cada uno de esos chicos que salen de la preparatoria tratar de ingresar a una Universidad sea la que sea con la intención de ser mejores personas, de adquirir conocimientos nuevos y quizá renovarlos. Para una Institución es más fácil seleccionar a sus alumnos y decir que eso es calidad, a contratar maestros capaces intelectualmente hablando y un personal honesto y retribuirles un sueldo a su medida.

Son muchos los factores que determinan que la educación universitaria sea hoy en día en nuestra ciudad no un concepto de “riqueza” una forma más de sacar dinero para los dueños o bien en las públicas  lugar ideal para colocar a familiares o amigos en plazas de maestros u otro cargo. Todo eso termina en algún momento por reventar la ya de por sí cuerda floja de la educación universitaria. Hasta hace poco los Hoteles iban meses antes que los alumnos del CONALEP concluyeran sus estudios en gastronomía para contratarlos y es que eran peleados por los hoteles. Hoy en día, no hay hotel en la zona que no tenga algún alto mando en alimentos y bebidas que no haya egresado de la 009.

Universidades con mucho prestigio educan para hacer líderes, pero también el líder es un personaje importante, es aquel que va a elevar a su empresa o donde trabaje elevando a su personal a cargo. Pero, si ya comenzamos con que las humanidades son sustituidas con ese famoso coachin empresarial que motiva al desmotivado. Estamos arruinados.

Decía Hegel en sus Estudios Pedagógicos algo así, “Llegan alumnos que no saben nada básico de Aristóteles ni de Platón y son aceptados en esta Institución, pero no hay que correrlos, no. Hay que instruirlos, enseñarlos, si ya están aquí es por algo y aquí se deben de quedar”. Si las universidades que hoy en día en esta hermosa ciudad leyeran los discursos pedagógicos de Hegel o mínimo los de Vasconcelos quizá entenderían que hacen más daño seleccionando que ignorando.

Los retos actuales de la Universidad

La globalización trajo los retos del paradigma de la competencia, que es básicamente hacer algo, en determinado tiempo y bien hecho. Dicho paradigma por muy vapuleado pero no le veo futuro, no en nuestra época, los nuevos retos en términos generales de país es la dichosa calidad. Pero el reto no es tener o no calidad, es que la calidad es particular y no general. Por ejemplo estas Universidades como Harvard u Oxford, son en sí, excelentes instituciones, pero nadie externo reconoce a cantidad sus marcos de referencia en calidad pero sí los genios que de ellas salieron. Las Universidades si quieren tener esa dichosa calidad que carece de un significado ontológico debe reconocer hasta el ridículo a sus mentes brillantes. A sus docentes y a su personal. El otro reto que yo veo es el ascenso indiscriminado de la cibernética como fenómeno didáctico. Que sirva de apoyo, de herramienta para pensar mejor, para hacer más accesible conocimientos que antes con un gis y una pizarra entraban bien o a la fuerza. Pero tal pareciera que a medida que la tecnología avanza se nos hace más difícil enseñar.

El tercer reto no creo que sea propio de esta ciudad pero es el comercio del conocimiento. Universidades que venden carreras como una zapatería vende calzados. Que no les importe si el estudiante sabe o no, si pasó o no, lo importante es que tenga sus calificaciones aprobadas porque está pagando. Eso es prostituir no sólo una carrera, sino al docente, al alumno, al directivo, al coordinador y hasta el que limpia los baños en dicha Universidad.

Para finalizar

Si el dueño de una Universidad o rector no sabe nada de educación o no ama la educación es el primer eslabón roto, si el coordinador o jefe de facultad no ama su trabajo hay otro eslabón roto, si el empleado que está en oficina en una institución no ama su trabajo es otro eslabón roto, si el docente no ama lo que hace, está jodida la cosa, si el estudiante no ama ser estudiantes todo habrá valido pura madres. Ante eso no hay discurso, ni artículo, ni reflexión ni filósofo que pueda ante el desamor a la educación.




Lic. Antonio Pérez-Paredes

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