¡Qué los maten a todos!
La clase media baja y
alta son una peculiaridad en la Ciudad de Cancún, tal parece que el juego dialéctico
que provoca la historia en este destino turístico son protagonizados por estas
dos. Mientras que la clase media baja aspira a ser alta la clase media alta
aspira a ser solamente alta. Y cada una tiene que negar su pasado o su pasado
le va alcanzar y por lo tanto lo reniega.
Pero no vamos a desarrollar aquí ni mucho menos es preciso, una interpretación
Hegeliana de los hechos ocurridos y de los que es mella acatar.
La violencia es sin
duda ya un fenómeno latente en esta Ciudad, todos los días hay manifestaciones
de terror, de lo común para muchos. Que todos los días haya más de un ejecutado
es demasiado, creo yo, una burla para los ojos, para la mirada, la cual debería
nutrirse de imágenes bellas todos los días. Esas imágenes de terror luego se
convierten en palabras.
¿Quiénes sufren todo
esto, es decir quiénes son las clases sociales que más padecen esto? La clase baja no tiene tiempo para pensar en
eso, ellos solo buscar poder tener un plato de comida todos los días, la clase
alta tampoco, porque está muy entretenida en su mundo estético y de opulencia, además
ellos pagan seguridades y sus casas están ubicadas de tal modo que ni en sus
sueños un ciudadano común pueda llegar a conocer. Los que padecen todo son la clase media baja y
la clase media alta; ¡cómo lo sufren! La clase media baja que ya no es baja
aunque lleve el nombre, ya no quiere ser clase media baja, aspira a ser media
alta, para eso tiene que sentirse diferente a los de la clase baja, y trata de
vivir como lo hace la media alta, y por lo tanto nace aquí el racismo social a
lo diferente. A lo que consideramos que es diferente. Por su parte la clase
media alta que ya para nada recuerda de su pasado media baja, quiere dejar de
ser media alta y pasar a ser alta. Por lo tanto procura visitar los lugares que
visitan las clases altas aunque solo lo haga una vez al mes.
Estas dos clases media
baja y alta, son las responsables de la visualización panóptica de lo que ocurre
en la ciudad, es en el seno de esas dos clases que se gestan las ideas y las rebeliones.
Son el núcleo de la condición humana de esta ciudad. Con este breve marco
conceptual quiero introducir mi pensamiento que ha venido a mi cabeza casi como
lo hiciera Descartes cuando cuenta su propósito junto a un leño, no. Pero sí
debo aclarar que es interesante y debiera serlo para motivo de estudio por algún
especialista en estudios etnográficos o por simple ocio intelectual. Y es que
esas dos clases sociales son también las constructoras de las primeras ideas en
torno a dar una solución rápida y eficaz a lo que consideran que ya llegó a su
límite.
Cuando se refieren a un
grupo delictivo, rateros, violadores (con ellos se ensañan más), políticos,
sucesos importantes, arribo de extranjeros. Exacto, el cancunense no soporta a
los extranjeros, pero solamente cuando siente que los están invadiendo o son víctima
o victimarios de algo que no toleran. Siempre emplean la frase “que los maten”.
A principios de 2008 y
en adelante un gran número de Chiapanecos llegaron a Cancún para trabajar y pensando
que les iría mejor. Muchos de ellos son empleados informales o vendedores
ambulantes. Muy pocos se integran a un hotel o una empresa constituida. Bueno,
llegó un momento en que, al Chiapaneco se le comenzó a discriminar
violentamente, se le discriminaba verbalmente, (que te digan chiapita sin serlo era una ofensa) a ese grado llegó
la clase media baja y media alta. Y también decían lo mismo, “que los maten a
todos” claro, sin concretarse. Pero ideas no faltaron. Pero como Cancún es una
ciudad donde se labora entre semana y los fines la gente se des-estresa, pues
tiene cierta movilidad, los sentimientos no logran estancarse fácilmente, y si
los hay se vuelven se vuelven casos estadísticos como los suicidios que tiene
un alto índice en este destino
paradisiaco.
Ahora ocurre algo
parecido con estas clases pero con los cubanos. Y esto lo despertó el suceso de
ayer cuando balearon a un cubano entre Uxmal y Yaxilan en la ciudad de Cancún. Las
clases media baja y media alta dijeron; “es que ya hay muchos cubanos, están por
todos lados, nos están invadiendo, y luego traen sus problemas, qué los maten a
todos”.
Es esta misma clase,
para ser específicos la media lata que le pide favores a la clase alta, porque
hasta entre la clase media alta hay niveles, se dividen en dos, los que viven
de lado derecho de la Portillo y los que viven de lado izquierdo. Por ello hay
dos Plazas las américas, para que los que viven en la periferia no vayan al
centro, porque no se deben sentir de centro.
Resulta interesante
como, este pensamiento que quizá yace en el subconsciente del habitante de esta
ciudad y que le da movilidad a la
historia de su pasado y presente sea también el único medio de transformación
social.
Por: Lic. Antonio
Pérez-Paredes
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