viernes, 4 de marzo de 2022

Algunas consideraciones sobre la educación en John Locke

 










Resumen

           La filosofía de la educación de John Locke es considerada como revolucionaria por las interpretaciones y aportaciones que hizo en materia educativa, con la publicación de su Ensayo sobre el entendimiento humano y su experiencia como docente, vio la luz Pensamientos sobre educación donde abordó las problemáticas pedagógicas de su tiempo con el rigor y erudición típicas de un filósofo inglés.

 

Palabras clave: John Locke, educación, experiencia, idea, conocimiento

 

Introducción

 

          El renacimiento fue época de grandes e innovadores cambios que determinaron el transcurso histórico de las ciencias, las artes, la medicina, las matemáticas y por añadidura la educación. La memoria colectiva y la sociedad estaban cambiando a pasos gigantescos, las nuevas rutas marinas expandían el conocimiento del mundo y asimilaban los nuevos tópicos resultados de la ilustración. Uno de estos grandes cambios lo protagonizó John Locke, exponente del empirismo inglés y una nueva visión de cómo se debía educar en su tiempo.

 

 

 

 

La educación renacentista en John Locke

 

          Fue John Locke hombre nacido en familia burguesa, tuvo desde su infancia una dura administración educativa estimulada por el padre quien era: Severo con él manteniéndole en un temor reverencial, (…) pero relajando gradualmente a medida que se convertía en hombre, hasta que, estando ya capacitado para ello, vivió perfectamente bien como un compañero, (Cranston, 1956). Estudió en la Public School de Westminster, en el Christ Church Oxford y Montpellier. Fue candidato en espíritu a la vida religiosa, que omitió cuando conoció los laboratorios, -entonces proliferantes-, de química y física. Estudió medicina, desempeñó cargos políticos, (consejero y secretario), luego se dedicó a la filosofía, vocación a la que se entregó sin reparo. Se consagró a la enseñanza privada, fue preceptor de los hijos de los Masham en Essex. Murió de un infarto el otoño de 1704.

          Para poder comprender los postulados o propuesta educativa de Locke, es menester primero tener un acercamiento preciso a la forma en la que, según John Locke, el hombre adquiría su conocimiento. La época de Locke: el siglo XVII, es un siglo ávido por descubrir, es la periferia del racionalismo descartiano, donde ya no bastaba con el (pienso luego existo) hacía falta demostrar por qué se pensaba, cómo se hacía y quién era el que existía. Las respuestas las brindará el inglés en su ya famoso y reconocido, Ensayo sobre el entendimiento humano, (An Essay Concerning Human Understanding) publicaba en 1690. Ensayo sobre el entendimiento humano rápidamente alcanzó popularidad, se convirtió en libro de texto en Oxford, Cambridge y de diferentes universidades escocesas. Se hablaba de él como el libro que sustituiría al de Aristóteles. El entendimiento precisa de la materia, aunque no se enajena del espíritu, pero enfatiza que es importante que el sujeto tenga una relación con el objeto. Locke es entonces un empirista, necesita de la correlación de la experiencia, no solo basta saber del objeto, hace falta verlo. Conocer es ver, es pura locura imaginarse que se puede ver, y comprender, con los ojos de otro, incluso aunque posea el don de las palabras para describirnos, si no poseemos nuestras propias impresiones de lo que ha pasado, si no lo hemos visto con nuestros propios ojos, si lo hemos leído simplemente, seguimos siendo tan ignorantes como antes (Locke, 2012). Por lo tanto, se deduce que, según su epistemología, el conocimiento del hombre proviene de las primeras impresiones, nacidas de nuestras percepciones, que las dota nuestros sentidos, y vamos generando ideas, de simples a más complejas.

          Locke llama idea a todo pensamiento o percepción, todo lo que es contenido de conciencia y menciona como fuente de todas las ideas a: la sensación o experiencia externa y a la reflexión o experiencia interna. De ellas emanan en orden; la idea de extensión, figura, color y aroma; los deseos, los sentimientos, las emocione y los estados anímicos.

          Como pensador educativo se preocupó por la clase menos privilegiada, los pobres. Para los pobres, para las clases obreras sugiere la creación de escuelas del trabajo, obligatorias a partir de los tres años de edad, (Mallinson, 2017). Fue de los pioneros en dar valor a la salud, exigiendo hábitos de higiene, así como del entrenamiento y ejercicios físicos.

          La propuesta pedagógica de John Locke no queda del todo separada de los grandes sistemas escolásticos como el de Vives o Comenio, hereda de ellos, el programa a medias, pues no cree que la enseñanza de las lenguas clásicas sea totalmente necesaria, más que la materna. El alumno de buena familia, que aspire a ser un caballero, deberá recibir primero, buenos ejemplos, deberá saber leer y escribir perfectamente. En la escuela se acercará a las ciencias por medio de un preceptor inteligente y hábil: Geografía (debe familiarizarse con el globo terráqueo) geometría (dice que bastarán los 6 libros de Euclides) la astronomía, historia, derecho natural y civil, moral. Sería estúpido, infiere, que un caballero ignoré cómo está gobernado su país. La educación que reciban los niños y jóvenes debe ser excelsa ya que, “un niño bien nacido no debe aprender pedanterías” y sobre esto se puede añadir, “El niño debe desde luego aprender a no herir el amor propio de sus semejantes, después a conducirse siempre en el mundo con soltura y afabilidad”. Por último, la enseñanza se nutrirá de asignaturas complementarias; danza, música, esgrima y equitación.

          En Pensamientos sobre educación, Locke abordó con gran erudición los problemas a los que la juventud escolar de su tiempo se enfrentaba, advirtiendo que el gran reto del educador es hacer que los alumnos se interesen por los temas. Para Locke, los niños personas razonables mucho antes de lo que uno se imagina, por lo que se les debía alejar de seres engañosos, embusteros y charlatanes, ya que siempre deberá pensar y obrar noblemente. Si bien Locke no fue pedagogo, sus ideas y reflexiones marcan un punto de partida entre el romanticismo de Rousseau y la objetividad de la experiencia. Es en Locke donde se hallan las primeras tendencias sobre el juego: no solo propone que aprendan a leer con juegos lúdicos, también que el alfabeto sea enseñado con juguetes educativos, se opondrá al castigo corporal como medio de disciplina y limitará los primeros años de lectura con las fábulas de Esopo.

          Locke fue un adelantado en materia educativa y un reformador pedagógico. Como vemos, la propuesta educativa de Locke es revolucionaria frente a la institucional de su tiempo, pues en la del filósofo inglés predomina el objetivo de crear buenos hábitos para fortalecer tanto el cuerpo como el espíritu (Silva, 2012.

Conclusión

          La gran influencia de Locke en materia educativa llegó hasta uno de los pensadores más importantes como lo fue Rousseau. La importancia de los aportes de Locke radica sin duda alguna en la originalidad en saber expresar con palabras e ideas claras grandes problemas antes considerados como propios de un instructor. Su valía consistió en saber diagnosticar las necesidades de su época y profundizar en ellas desde su trabajo como docente, para asimilar que la conciencia nunca está separada de la experiencia, y que el espíritu se nutre de las ideas de su tiempo.

 

Fuentes bibliográficas

 

CRANSTON, MAURICE (1956). Biografía sobre John Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano, FCE, México.

LOCKE, JOHN, (2012). Pensamientos sobre educación, Madrid, Akal.

MALLINSON, VERNE, (2017). V. Los grandes pedagogos, Estudios realizados bajo la dirección de Jean Chateau, (V. John Locke),  México, FCE.

SILVA, CARMEN (2013). John Locke, Pensamientos sobre la educación, trad. La Lectura y Rafael Lasaleta, Akal, Madrid, 2012, 381 pp. (Básica de Bolsillo).. Diánoia, LVIII (71),184-187.[fecha de Consulta 20 de Enero de 2022]. ISSN: 0185


Lic. Antonio Pérez-Paredes

Licenciado en Pedagogía por la Universidad del Sur. Ha participado como ponente en la Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP) en varias ocasiones; “Foros universitarios; El holocausto y su impacto en los derechos humanos (2013)” “El genocidio y otros delitos competencia de la Corte Penal Internacional (2014) como moderador en la Universidad Tec-Milenio” “Alianza Internacional Universitaria por la Paz (2015) en la Universidad Politécnica de Quintana Roo” “ Educar para recordar: El holocausto y los derechos humanos (2016) en la Universidad del Sur”. En 2018 participó en el “Simposio de Autonomía Curricular, realizado en el Tec-Milenio” en 2019 recibió la certificación de competencia laboral en el “Uso didáctico de las tecnologías de información y comunicación en procesos de aprendizaje” y en 2020 la constancia en su participación del curso “Convivencia escolar desde la perspectiva de los derechos humanos (por la CNDH)”. En 2021 fue conferenciante en la semana de la Pedagogía con la ponencia "La pedagogía en la Grecia clásica". Concluyó el Taller "Evaluación diagnóstica para alumnos de educación básica" en 2021 y en 2022  recibió la certificación por el curso "Herramientas para una educación inclusiva, Dislexia; desde al aula al mundo del trabajo. Fue profesor de primaria en el Colegio Mano Amiga Cancún (2015-2021), actualmente es docente de licenciatura en la Universidad del Sur y en la primaria "El pípila" también en Cancún