martes, 7 de marzo de 2023

🧱 ¿Qué significa pensar en nuestro tiempo? Heidegger y el aprender a pensar

 





 Se ha escuchado desde siempre, que el hombre piensa, y muchas veces ocurre que eso que llamamos pensar es todo lo contrario al pensar mismo. En un tiempo políticamente correcto, nos atrevemos a reformular la pregunta que hiciera Martin Heidegger[1], ¿Qué significa pensar? Y, sobre todo, ¿Cómo debemos pensar ahora? Tanto para Heidegger como para los filósofos de la antigüedad, y hoy podríamos incluir a los pedagogos, el pensamiento está relacionado con el tipo de hombre que se pretende formar, y por lo tanto ligada a los ideales educativos. Toda concepción acerca del fenómeno educativo debe, partir con entera necesidad de una determinada imagen del hombre. Ésta fundamenta la paideia[2] en la medida en que queda definida como «antropogénesis»[3].

 

 

 

 

 

 

 

En la primera lección del curso de invierno, Heidegger expone claramente la necesidad del por qué aprender a pensar, ‘debemos someternos a tal aprendizaje’ porque al ámbito de lo que se llama pensar, dirá, -arribamos cuando nosotros mismos pensamos-.

Sin duda alguna, los tiempos que vivimos, no son los más propicios para pensar, el siglo XXI, con sus características tecnológicas y digitales, cierran paso cada vez más a tal necesidad, la vida se ha convertido en un mero espejismo de las redes sociales, (que es donde aparentemente ocurre la realidad), ante este hecho, y ante el nihilismo que recorre el confrontamiento existencial, ¿en qué momento el hombre tiene tiempo para pensar? ¿será que se ha suplido el pensar con el criticar falazmente? El hombre puede pensar, en tanto que tiene posibilidad de hacerlo; mas tal posibilidad no es todavía una garantía de que seremos capaces de realizarla, ya que solamente somos capaces de hacer aquello a que tendemos[4]. ¿A qué tendemos actualmente? El hombre actual tiende a lo efímero.

Lleva una vida inauténtica como señaló Heidegger; El “encontrarse” es una forma existenciaria fundamental en que el “ser ahí” es su “ahí”[5].  Si analizamos la primera frase, la
del curso y esta que se halla en Ser y tiempo, advertimos una cosa; el hombre sí puede pensar, pero se ha perdido del mundo al tener la temeraria empresa de solo situarse en su singularidad. El pensamiento por lo tanto se convierte cada vez más en un intento aislado de totalizar lo vivido, en una fantasmada de la irrealidad por experimentar lo real.

 

El único espacio más allá del propio cuerpo receptor de sensaciones es el aula educativa, en donde a pesar de todos los inconvenientes, los docentes que sí están preparados se enfrentan a grandes retos, como decía José Pablo Feinmann, cuando le preguntaron por su maestro que le enseñó Hegel, “más que Hegel me enseñó a pensar”. Heidegger probablemente nunca abordó con interés particular el tema educativo, pero con él pasa como con los grandes filósofos como Platón y Kant, su obra abarca tanto que permite reflexionar en terrenos propios de una sola disciplina.

Ya en su época Heidegger intuyó el desmoronarse de su tiempo; Por eso, los que provenimos de las ciencias, tenemos que aguantar ahora cuánto hay de escandaloso y extraño en el pensar, -siempre y cuando estemos dispuestos a aprender a pensar-. Aprender significa: ajustar nuestro obrar y no-obrar a lo que se nos atribuye en cada caso como esencial[6].


 

 

 

 

Para Heidegger, el hombre es un impulso atribuido a sus metas, pero, así como no hay causa sin consecuencia, no hay hombre sin mundo, y ese mundo en donde el hombre, el ser ahí, vive arrojado, es el lugar donde tiene que aprender a pensar. Cuánto más originario sea un pensar, tanto más rico será su no-pensado[7].         Pensar en nuestro tiempo es posible, hay que recurrir al aprendizaje como puntualizó Heidegger, pero, por más que la pregunta parezca someterse al aire, hay algo que queda suelto, que el pensar deviene a lo ya pensado, que no hay futuro sin antes no mirar en los proyectos del pasado. El gran enemigo del pensar es no mirar lo que se ha pensado. El producto del pensar auténtico es hacer pensar a otros, y no de “pensar por otros”, como se acaba de escribir. Y para lograr ese objetivo, a menudo se debe nadar en contra de la corriente, se debe pensar “en contra”, con un sentido muy especial[8].  La mejor definición del hombre hecha por Martin Heidegger está en su texto dedicado al poeta Hölderlin, “El hombre es lo que es aun en la manifestación de su propia existencia[9]”.


 

 

 

 

Bibliografía

Mèlich, Joan-Carles, El concepto existencial de hombre y la educación permanente, Revista española de pedagogía, nº 182 enero-abril 1989

Heidegger, Martin, (2014). Arte y poesía, México, FCE, pág. 110.

Heidegger, Martin, (2005), ¿Qué significa pensar? Argentina, Terramar ediciones, pág. 13

Heidegger, Martin, (2012). Ser y tiempo, México, FCE, pág. 157

Sáez A, Hugo Enrique, (2013). Ejercicios de filosofía sobre educación, una lectura sobre Heidegger, México, Universidad Autónoma Metropolitana.



[1] Martin Heidegger ofreció en 1951-1952 cursos titulados, ¿Qué significa pensar? Durante el semestre de invierno y verano en la Universidad de Friburgo en Breisgau.

[2] No existe traducción al castellano, aunque hay palabras que se acercan, “formación” “educación” “humanitas” sobre este tema Werner Jaeger tiene el mejor y mayor estudio del tema a la fecha.

[3] Mèlich, Joan-Carles, El concepto existencial de hombre y la educación permanente, Revista española de pedagogía, nº 182 enero-abril 1989

[4] Heidegger, Martin, (2005), ¿Qué significa pensar? Argentina, Terramar ediciones, pág. 13

[5] Heidegger, Martin, (2012). Ser y tiempo, México, FCE, pág. 157

[6] Heidegger, 2005.

[7] Ibíd., pág. 77

[8] Sáez A, Hugo Enrique, (2013). Ejercicios de filosofía sobre educación, una lectura sobre Heidegger, México, Universidad Autónoma Metropolitana.

[9] Heidegger, Martin, (2014). Arte y poesía, México, FCE, pág. 110. 


ANTONIO PÉREZ-PAREDES

Licenciado en Pedagogía por la Universidad del Sur. Ha participado como ponente en la Embajada Mundial de Activistas por la Paz (EMAP) en varias ocasiones; “Foros universitarios; El holocausto y su impacto en los derechos humanos (2013)” “El genocidio y otros delitos competencia de la Corte Penal Internacional (2014) como moderador en la Universidad Tec-Milenio” “Alianza Internacional Universitaria por la Paz (2015) en la Universidad Politécnica de Quintana Roo” “ Educar para recordar: El holocausto y los derechos humanos (2016) en la Universidad del Sur”. En 2018 participó en el “Simposio de Autonomía Curricular, realizado en el Tec-Milenio” en 2019 recibió la certificación de competencia laboral en el “Uso didáctico de las tecnologías de información y comunicación en procesos de aprendizaje” y en 2020 la constancia en su participación del curso “Convivencia escolar desde la perspectiva de los derechos humanos (por la CNDH)”. En 2021 fue conferenciante en la semana de la Pedagogía con la ponencia "La pedagogía en la Grecia clásica". Concluyó el Taller "Evaluación diagnóstica para alumnos de educación básica" en 2021 y en 2022  recibió la certificación por el curso "Herramientas para una educación inclusiva, Dislexia; desde al aula al mundo del trabajo. Fue profesor de primaria en el Colegio Mano Amiga Cancún (2015-2021), actualmente es docente de licenciatura en la Universidad del Sur y en la primaria "Tulúm" también en Cancún.