sábado, 27 de agosto de 2016

El reto de pensar el pensamiento crítico en la hiperciberealidad

Escultura de Ron Mueck


El pensamiento crítico y la sociedad desarrollada

“Las siguientes páginas tratan de una sensibilidad absurda que puede encontrarse dispersa en el siglo, y no de una filosofía absurda que nuestra época, hablando con propiedad, no ha conocido”
Albert Camus


El pensamiento crítico es un estilo de pensar que ha logrado solidez mediante la ejercitación de su propio devenir cognitivo, envolviéndose y dejándose envolver en los diferentes problemas que aquejan la realidad optando afrentarse a ellos con el análisis hacia la percepción del mundo un tanto más reflexiva, evitando así el agotamiento de la idea de estabilidad de la verdad. Comprendemos entonces que es amplio el camino para explicar qué es pensar críticamente, pensar críticamente es conocer los principios de la razón y de mi propia razón, para que nos pueda proporcionar un conocimiento útil para el mismo pensamiento. En el ámbito del pensar, del pensar como lo hemos manejado aquí, chocan e interfieren distintos acontecimientos y fenómenos perceptibles ante el lente del pensar, todos necesarios para su ejecución, es en la pluralidad donde se reta más al pensamiento, donde proliferan más ideas desde la libertad es donde el pensar se hace presente como un fenóma[1] de la eyección.
En dicho pensamiento se formulan ideas abstractas que se usan para interpretar, es decir que un pensador que reflexiona desde la crítica tiene ya la habilidad cognitiva de emplear los mecanismo intelectuales de lo abstracto para definir o conceptualizar otra idea no abstracta. El pensamiento crítico es el resultado del arduo trabajo nato o disciplinado del pensamiento. Lo que en su momento se llamó el mundo de las ideas hoy es el mundo del meme, de la crítica sin fundamento o sin una teleología por la verdad, sólo existe una crítica con el afán de ofender y que trata de justificarse en la medida en que más personas compartan esa idea de una verdad.
Es por ello que es en este siglo que el pensamiento crítico está más propenso a perderse entre tanta farsa, el teatro de la hiperciberealidad, nos programa lo real. El mismo criticar es criticado como algo nefasto, pero dicha conclusión parece no darse cuenta que proviene de un pensar ajeno, muchas veces aceptado del otro.
En las sociedades más desarrolladas existen más posibilidades de pensar ya que el desarrollo llega para ampliar perspectivas. Sin embargo, pensar que una sociedad desarrollada se define por el acceso de sus habitantes a un sinfín de cosas y/o servicios es mentira, ya que donde predomina el capital como eje central de una vida estable, la sola idea de una vida plena no es símbolo de ello. Al contrario, una sociedad desarrollada es aquella donde la libre expresión es real, donde el ciudadano no teme al estado que lo constituye, donde no siente necesidad de delinquir, donde no tiene motivos para violentar, donde sólo sabe vivir para él, porque todos ya viven para sí. Porque no hay el Otro, como sujeto al que la vida le hizo a un lado o el destino le jugó mal.
Decía Heidegger en su curso sobre ¿Qué significa pensar? “Lo pensado por el pensador solamente puede superarse reduciendo lo impensado de su pensamiento a su verdad inicial”. Pero este superarse no es justamente un medio por el cual puede el pensador desarrollar su pensamiento crítico, porque así como es una ventaja el mundo desarrollado igual es una desventaja al crear mentes dominadas, pensamientos que son críticos porque otros quieren que así lo sean, no para criticar lo que en su defecto debería ser criticado, sino sólo criticar lo que se quiere que se critique. Esto es el sistema de las sociedades desarrolladas. La hiperciberrealidad.
Para que los peligros de las sociedades desarrolladas no influyan negativamente en el pensar y al contrario, tomar ventaja de tales posibilidades que su desarrollo ofrece es incondicional volver a ejercitar el pensamiento crítico, ahora criticando el lugar donde tiene su inicio la crítica. Y así, sucesivamente. Dialécticamente.
El pensamiento crítico tiene entonces lugar en el saber de las cosas que son, y son porque hay un aprendizaje, una cognición del objeto a reflexionar. Pero este saber está sujeto a su vez a las ideas de las ideas de las cosas que son en el otro. El otro es el reflejo necesario para que pueda saberse en el exterior el sujeto que critica, ya que conoce lo que criticará, puede entonces saber que existe, la crítica es una falta que el ser requiere llenar, una reflexión orientada a suministrar al vacío el valor de destruir la crítica del otro. La destrucción en el pensamiento crítico dará como resultado un producto vivo parido de la crítica, un aprendizaje, como diría Vasconcelos, “En todo caso, en suscitarle el desarrollo hasta que se produzca el parto del alma, finalidad de la educación”.
En suma, la representación del pensamiento crítico es puro expulsar. El pensamiento crítico es autodialéctico porque expulsa la idea orientada a criticar, o sea que requiere del otro para manifestarse, y luego llenar ese vacío que al expulsar se deja en ella.
Lic. Antonio Pérez-Paredes


[1] Idea del fenómeno. Usado únicamente en este texto como lenguaje particular del autor.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Cuando Herr Heidegger platicó con Lacan




Cuando Lacan visita a Heidegger

Dos incomprensibles





Jean Beaufret está inmerso dentro de la polémica cuando regresa Heidegger del exilio académico consecuencia de una desición tomada por Jasper. Beaufret estaba inmerso en la lectura de Ser y tiempo, había hallado en el pensamiento de Heidegger toda una gama de ideas que lo hacían imaginar y pensar. El concepto de ser, ese del que tanto hablaba Heidegger creía que podría ser utilizado en el psicoanálisis. Tras la liberación de Francia Beaufret no sólo se transformó en el traductor de Heidegger sino que lo metió al país de las luces, fue su portavoz.

Beaufret divulgó una idea que al maestro de la selva negra no le pareció correcta y la desmintió. Jean entonces pidió a Heidegger que aclarará la postura tomada hasta entonces y este escribió La carta sobre el humanismo. Como consecuencia Beaufret y Martin entablan un contacto cercano, una amistad. Para 1951 cuando el segundo Heidegger recobra una habilitación escolar, Beaufret por cuestiones personales comienza a frecuentar a Lacan. Lacan se encargaba por entonces tratando de regresar a Freud, y ya había comenzado su famoso congreso de 1949 en Zúrich sobre el Estadio del espejo.







Las frecuentes visitas de Beaufret al consultorio del Dr. Lacan y las charlas sobre Heidegger que ambos sostenían postconsulta hizo que un Lacan curioso recobrara su interés por el ex-rector de la Universidad de Friburgo, Martin Heidegger. Este interés se ve reflejado como bien lo menciona Hinojosa Aguayo,  Lacan en su Discurso de Roma, un simple informe técnico al uso, que debía elaborar para la inauguración del Congreso de la Asociación Internacional de Psicoanálisis de Roma de 1953, Lacan cita explícitamente a Heidegger y señala los puntos de encuentro entre la concepción del Ser heideggeriano y su interpretación de Freud.






El interés de Lacan no cesará hasta que lo visita junto con Beaufret a su casa en 1955. Existe otra versión que señala que es Heidegger quien visita a Lacan en su casa. Para la charla sirvió de traductor el filósofo francés nacido en Grecia Kostas Axelos. La tertulia estuvo conformada por Heidegger, Lacan, Beaufret, y las esposas de ambos, tanto de Heidegger como de Lacan. Elfride y Sylvia.













Dicho encuentro probablemente generara un cambio radical ante la crítica suscitada sobre un supuesto enajenamiento entre Heidegger y la comunidad científica y psiquiátrica. Heidegger daría en Zollikon sus famosos Seminarios que iniciaron en 1947 con Medard Boss.


Dos incomprensibles se reúnen, Heidegger el filósofo más importante del siglo XX y el más polémico y Lacan, el hombre que reinventa el psicoanálisis. Parece ser que no sólo el sobre interés que ambos generan los colocan en un peldaño importante en el rubro del pensamiento occidental, ambos coincidieron con el amor por la filosofía de oriente. Cuando Heidegger cumplió ochenta años lo visitó el filósofo japonés Koichi Tsujimura que moría por conocerle. En Japón la presencia de Heidegger está viva. Jacques Lacan por su parte aprendió mandarín durante la ocupación Nazi en su país, para 1963 viajaría a oriente y en segunda ocasión en 1971.


Todavía hay mucho que decir de estos dos grandes personajes del pensamiento y cada uno por su parte, entre tanto, es menester revivirlos, leyéndolos, interpretándolos y transformándolos.





Lic. Antonio Pérez-Paredes
profesor de Primaria y Universidad

domingo, 14 de agosto de 2016

WALTER BENJAMIN La historia es la memoria de la imagen rescatable





La historia es la memoria de la imagen rescatable



La primera idea de Benjamin afirma que el materialismo histórico como él lo conoce (lo compara con el mecanismo del muñeco que vence a todos en el ajedrez) saldrá avante siempre y cuando tenga a sus pies a la teología; la utiliza para impulsarse, como si la pisara y ésta lo impulsara al mundo, dicho que, la teología en palabras de Walter es fea y nadie la quiere ver. La felicidad no es en nuestro filósofo un acto que indique felicidad como en el pasado, la felicidad para que pueda darse en el humano de ahora, el hombre materialista requiere redención. Porque la envidia está en conjunto con la relación y la separación del tiempo, los de antes somos los de ahora pero los de ahora ya no tienen futuro porque se ven suprimidos por el pasado, ese pasado que sabe que existió, ya no hay cariño al presente de su futuro. Un verabredung, un encuentro entre los dos, en la historia, y señala, “fortuito”.

La tercer idea da una imagen de un Walter resignado, pero encasillado en que las cosas de la historia no están bien, el juicio final dice, es “hoy” (el holocausto, la persecución judía) y él teme eso, pero se ha redimido como muchos, no ha podido cruzar el mar para refugiarse con Adorno y Marx. Como es consciente de su final, también logra darse a la tarea de expulsar su sentimiento de nostalgia a la vida, a su vida, cada uno de sus instantes vividos se convierte en un punto a la orden del día, (à l’ordre du jour).

La historia vista como un hecho maldito creado por un espectador que no quiere que nada de lo que ha sucedido quede en el olvido. El eterno retorno de lo mismo, o sea, las guerras, las muertes en grandes cantidades, el sufrimiento, el suicidio materialista, la redención.

En la frase la imagen verdadera del pasado pasa de largo velozmente parece que propone un concepto de “lo efímero” en la historia, lo perceptible y lo rescatable, me recuerda a Bergson y su consciencia fotográfica. El pasado sólo es atrapable como la imagen que refulge, es decir, la imagen dada y recobrada en la memoria, la historia es la memoria de la imagen rescatable.

La historia también aparece como ese dios que se espera por años, muchos especialistas en Walter Benjamin se hacen ojos ciegos ante la evidente contradicción, -probablemente por la aceptación de su propia muerte- de comparar al materialismo histórico como el mesías que vendrá no sólo como redentor sino como Anticristo, como vencedor del sistema capitalista industrial que ponderaba en la época de Benjamin.

Walter Benjamin se suicidó la noche del 26 y 27 de 1940 después de ser perseguido por la Gestapo y odiado por los nazis por ser considerado un peligro andante, un judío filósofo y traductor. Una sobredosis de morfina le daría la muerte en un modesto cuarto de Port Bou en la provincia de Girona.



                                                                                     

Lic. Antoni Pérez-Paredes


jueves, 11 de agosto de 2016

"Metafísica de la vaca" o una lección sobre la realidad




Metafísica de la vaca o una lección sobre la realidad



 ¿Qué es la realidad? Bueno, la realidad es aquello que “está” realidad viene de realitas que a su vez viene de res que significa cosa. 

 Podemos ver que res que es cosa es lo real, aquello que es porque está, y la realidad es lo propio de quien construye la res desde su subjetividad. Esto desde el sujeto cognoscente como punto de partida. La realidad vemos, se construye de lo real, -la res, la cosa-, pasa a ser realidad, lo que da lo real al ser propio de quien lo nombra, por ello se separa sólo a partir de que es “aparecido o es dado” por obra del hombre, la realidad es del hombre lo que a la realidad a lo real, uno se puede engañar con la realidad pero lo real es lo que demuestra tal engaño, ante los ojos del ser lo real parece un fantasma, algo que puede repugnar al ser de la realidad. Tenemos entonces dos conceptos divididos pero que son a su vez parientes, “lo real” y “la realidad” lo real es lo que es en general al ser del hombre pero insignificantemente irreal al hombre del ser, la realidad es particular del ser, pero irremediablemente significante de lo real del ser.

Tenemos hombre y su particularidad (subjetividad) ese cogito ergo sum de Descartes

Y tenemos lo real y el hombre como generalidad, (autoconsciencia) la dialéctica en Hegel

Pero aquí surge un problemita que si bien, muchos filósofos medio notaron pero no se detuvieron a desarrollarlo, (recordemos que Heidegger en su texto: ¿Qué es la filosofía? Dice que la filosofía es “demorarse” y demorarse es darse tiempo) pero bueno, ya luego nos detendremos en Heidegger. Kant por ejemplo habla de la cosa en sí, en nuestro discurso la cosa en sí sería la res o sea la cosa, es menester entonces advertir la relación de la cosa con el ser, teniendo en cuenta que el ser, propiamente dicho es la cualidad pensativa del hombre es el hombre que piensa, que se da su ser no por sentado, sino por la búsqueda.

Bueno dicho problemita es la condición de ipseidad. Esto no es algo que puedan buscar en google o en otro medio, es algo propio, es algo que dentro de lo que puedo hago a modo de pasión. Bueno,… Sartre en El ser y la nada habla de la ipseidad, que es el “yo mismo de mí” es el pensarse a sí mismo desde la autoconsciencia casi Hegeliana. Si ustedes leen el capítulo dedicado a la autoconsciencia: dominio y servidumbre se darán cuenta. Es ahí donde elabora toda esa filosofía del deseo que desea y todo eso. Bueno, Hegel también hablaba del sujeto absoluto, sí, del sujeto absoluto, y qué es el sujeto absoluto, bueno yo lo definiría así, es aquel sujeto en el cual cabe lo subjetivo y lo objetivo, es decir la “Autoconsciencia” o como también le llamaba Hegel Ser-para-sí.

La condición de ipseidad es la categorización que el hombre hace ante dicha complejidad, la misma que yo les acabo de manejar sobre qué es la realidad. Sabemos que algo es real, pero podemos decir que algo no lo “es” al no ser, “es” porque lo que no “es” es, “lo-que-no-es”. Pero lo que sí es, es lo real de mi realidad porque parte de mi centralidad, de mí subjetividad, aquí por ejemplo algunos analíticos o marxistas nos estarían diciendo que la realidad es una construcción social y que la subjetividad suprime lo verdadero en tanto causa justa, pero sin individuos que tengan una libertad subjetiva no hay realidad social, porque en una dictadura lo único real que existe es lo que dicen el Dictador. Esa es la realidad porque es lo real del dictador, pero el dictador en su subjetividad considera que todos deben creer esa realidad y seguirla, pero como no se cuestiona es -Lo único real-, es por eso que una democracia es una realidad social, porque hay sujetos que pueden pensar diferente a otros y exponerlo así como le damos dicha exposición a lo que está, y lo que está es lo real, pero desde nosotros es la realidad.

Obvio en determinado momento vamos a chocar con lo real de portazo, porque lo nuestro es realidad subjetiva y lo real, lo general, el mundo, es “Real” es res, es cosa, es lo que está ahí. Es muy complicado entender de buenas a primeras una ejecución rápida sobre lo que es la realidad. Por ejemplo los griegos tenían una visión y una cosmovisión diferente a la nuestra, en el medioevo era otra la visión de realidad, en la ilustración era otra y en pleno siglo XXI es otra, igual si nos vamos con Husserl su realidad sería puro fenómeno, para Heidegger sería el ser en el mundo y la pregunta que cuestiona por el ser del mundo. Para los estructuralistas franceses la realidad estaría determinada por ciertos actos que repercuten cuando se modifican en un determinado lugar.

Les voy a dar un ejemplo. Hay una película mexicana muy buena que se llama Santitos. Trata sobre una mujer a la que le roban a su hija y un día mientras limpia -creo-, su estufa en el cristal de la puerta del hombro le aparece San Judas y le dice que busque a su hija porque está viva. Entonces la señora empieza a buscar a su hija como loca, para no alargar más y no contarles toda la película. Llega a un prostíbulo si mal no recuerdo en el paso y comienza a trabajar de, pues de eso no, de dar placer a hombres por dinero, llega a ese lugar porque le dijeron que allí llevaban a las jovencitas que raptaban para trabajar de esclavas sexuales. Entonces las escenas se vuelves muy raras, la madrota que es la jefa de la casa es un travesti ya de edad que está en silla de ruedas y siempre trae agarrado un conejo. Si mal no recuerdo creo que el personaje lo hace el gran actor Eugenio Cobo. En fin, mientras trabaja es mujer se dedica a revisar cada habitación de la casona con la empresa de hallar a su hija. Y no la encuentra en ningún cuarto, se frustra llora ya se lo imaginarán. Y de pronto nota que esta señora, -la madrota-, y su mano derecha entran a un cuarto que ella no ha visitado, entran de manera muy misteriosa y empieza entonces a decirse a sí misma que seguramente en esa recamara tan custodiada se halla su hija. Hace hasta lo imposible para poder entrar a esa habitación y segundos antes de que eso suceda la madrota le dice que debe jurar que lo que verá allí dentro no se lo dirá a nadie. Acepta la condición y abre la puerta, ya se imaginaran la cara de alegría de la señora. Abre la puerta y al final de la habitación hay una vaca metida como en un baño. La madrota mueve las ruedas de su silla y se acerca a la vaca, palpa una de sus ubres y exclama, ¡mi bebé! La señora sale gritando y bueno.

La realidad era que la señora pensaba que su hija estaba en esa habitación, lo real era que no, dentro no estaba su hija había una gorda y ruidosa vaca.

Lic. Antonio Pérez-Paredes

miércoles, 10 de agosto de 2016

La Universidad en Cancún "Una reflexión temprana"

Película El indomable Will Hunting


La Universidad en Cancún

Una reflexión temprana





Para una Institución es más fácil seleccionar a sus alumnos y decir que eso es calidad, a contratar maestros capaces intelectualmente hablando y un personal honesto y retribuirles un sueldo a su medida.

Antonio Pérez-Paredes



Algo de historia

El proyecto Cancún fue ideado como un pozo de extracción, una máquina de hacer dinero, un campo de batalla donde rápidamente se comenzó la planeación arquitectónica y construcción de lo que se auguraba un paraíso vacacional que daría fuertes ingresos de dinero al país. Vale reflexionar que sólo se concibió como un polo turístico más, ambicionado desde finales del 68 por los técnicos del Banco de México, no podía siquiera imaginársele como una ciudad que ocupara seres pensantes. Carlos Nader compró los terrenos cocoteros en pocos pesos haciéndose pasar por hacendado. Así avanzaría el desierto sobre tierra virgen.

Ahora bien, bajo este precepto de polo turístico se elevó toda infraestructura tanto política, gubernamental, de servicio privado y obvio educativo. Si lo que se pretendió desde un inició fue un lugar donde los turistas vinieran a derrochar su dinero y asolearse mientras disfrutaban de una rica margarita era obvio que lo que menos importaba era el fin racional de una educación. Para laborar en los primeros restaurantes se trajeron personal de Acapulco, hombres de Isla mujeres y personal de Valladolid, Tizimin entre otros lugares próximos.

El objetivo era llegar a Cancún y hacerse de dinero, en los pueblos de Yucatán así como en otras ciudades de la república se esparcía el rumor que se recogía el dinero con palas y todo era como el cuerno de la abundancia. Lo importante era trabajar, hacer dinero, ahorrar las propinas y comprarse un terreno para luego con mucho esfuerzo construir una vivienda.

En 1977 se crea en Cancún los primeros Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTIS). Para 1979 abría sus puertas el primer CONALEP en la provincia ofreciendo sus servicios en Chetumal. En 1991 la Universidad La Salle comenzó a prestar servicios en las instalaciones del Instituto Cancún de La Salle, para que después abrir su campus en 1966.

Las instituciones educativas tanto públicas como privadas responden a demandas diferentes puesto que cada una tiene una teleología que varía según su estatus. Podríamos hablar del nivel básico pero nos enfocaremos al nivel superior. Las universidades en Cancún.

¿Son buenas las Universidades en Cancún?

Sí, claro que hay buenas Universidades, centros de estudio que por su prestigio con sólo mencionar su nombre uno puede imaginarse un nivel superior a escuelas de gobierno. Lo cierto es que en todas hay los mismos problemas. Hay Universidades como La Anáhuac o La Salle que cuentan con una matrícula de profesionistas dando clases muchos de ellos con maestría y doctorado o extranjeros. Lo mismo con la Universidad del Caribe que tiene profesores de otros países y exige haber obtenido cierto nivel educativo o algún posgrado en el extranjero. Pero, ¿Por tener más títulos o estudiar en el extranjero me hace un mejor o peor maestro? La respuesta podría ser; en algunos casos sí y otros no. Daré un ejemplo:

Tuve durante mi carrera universitaria una profesora que además daba clases en la del Caribe y estaba en la lista de investigadores, prominente doctora que había realizado estudios en Centroamérica y con varios diplomados, etc. Bueno, bastaba oírla para darse cuenta que de “educación” no sabía nada, que su lenguaje era precoz por no decir nulo, que su comprensión teórica acababa en puras dinámicas y que Bochenski era su autor de cabecera. Yo era un alumno de séptimo pero debo confesar que era muy movido, estudiaba por mi cuenta, tuve los mayores maestros que fueron los clásicos griegos y toda la filosofía continental del siglo XX. Tenía inquietudes y preguntaba mucho, cuestionaba a todos mis maestros porque además de que yo me pagaba la escuela les exigía más, porque a mí me costaba. Y cuando tenía maestros mediocres me enojaba porque sentía que mi dinero se desperdiciaba. Pero bueno, esta maestra que se las daba de muy instruida daba clases en la del Caribe pero era realmente muy fatua, y entonces regresamos a la misma pregunta; ¿Por tener más títulos o estudiar en el extranjero me hace un mejor o peor maestro? Traten de contestarse ustedes.

Recuerdo a otro maestro, creo sólo tenía su licenciatura en la UPN, (Universidad Pedagógica Nacional), yo estudiaba esa carrera en la que muchos consideran una universidad patito. La Universidad del Sur. Dicho profesor era un hombre con virtudes extraordinarias, lúcido y muy inteligente, capaz de hacernos reaccionar, ojo, “reaccionar”, abrir la mente ante la realidad, solía ser una clase muy socrática, muy de reflexión y análisis. Era un buen profesor, tan bueno que lo corrieron cuando con un grupo organizó una votación en la Facultad y ganó AMLO. Lo corrieron como corrieron a muchos que eran muy buenos maestros, y contrataron a otros que no lo eran. Y regresamos a la misma pregunta, ¿Por tener más títulos o estudiar en el extranjero me hace un mejor o peor maestro?

Una universidad no sólo está formada por un patrón de profesionistas que a mi parecer así seas profesor de mecánica, gastronomía o algo relacionado con los negocios debe ser un sujeto pensante, un hombre que promueva la apertura del ser ante la realidad  social. Debe así, cualquier universidad, contar con una estructura interna de directivos capaces, que sean buenos en sus áreas y no se dejen corromper. Pero es muy difícil todo lo anterior para una universidad, los maestros y los directivos exigirían mucho sueldo. Entonces optaron por hacer su famosa “selección” donde estudiantes egresados de distintas preparatorias, (cada una con su buena y mala fama), intentan ingresar en su mayoría en alguna Universidad pública donde les será más fácil estudiar y posiblemente trabajar. En las cuales se paga una breve colegiatura cada cuatro o seis meses.

¿Por qué seleccionar?

La selección tiene por objetivo reconocer y aceptar a estudiantes con conocimientos generales en todas las áreas y también haber aprobado su psicométrico, que es básicamente un examen que busca una “total-generalidad” es decir, estudiantes cuadrados. Recuerdo una anécdota de una amiga que pretendía quedarse en Negocios en la del Caribe, era muy buena estudiante en la preparatoria, hablaba inglés y creo francés. El caso es que mis amigos y yo fuimos testigos de cómo estudiaba y trataba de hacer hasta lo imposible para quedarse en esa Universidad y no fue aceptada. En el salón de a lado, había otro tipo, un chico que siempre estaba recursando materias y que no pensábamos iba a ingresar a esa universidad y se quedó en Negocios. ¿Qué pasó? Sí, probablemente el chico no pasó su examen general de conocimientos pero aprobó el psicométrico. ¡Aplausos! (Ironía)

Como vemos todo está relacionado, mantener al grupo que ingresa a la Universidad así como queremos que se mantenga en su trabajo. Sé que es un discurso muy vociferado, ese que dice que las Universidades así como las escuelas son fábricas de mano de obra. La gente lo escucha y responde; “No es cierto a mí nunca me dijeron en la escuela que yo iba a estudiar para ser esclavo del sistema” es correcto, igual y nunca te lo dijeron literalmente, pero los modelos educativos forman eso, pero también te decían tus profesores que leyeras, que estudiaras, sino ibas a terminar de empleado de otro más inteligente o con más dinero que tú.

Todavía hoy en día hay jóvenes que eligen una carrera por el potencial ingreso económico que obtendrán cuando ya laboren. Lo que no saben es que no es así de fácil, a menos que seas un junior que sólo asiste por su papel para luego ingresar al negocio de papá, de la familia o de alguna amistad de la casa. Poco a poco los sueños se fracturan, la realidad de esta ciudad policlasista oprime y ahoga.

¿Qué pasa con los que no son aceptados en las universidades públicas?

Los alumnos que no son aceptados muchas veces se dedican a trabajar y el dinero comienza a corromperlos, al año trabajando ya no creen necesitar continuar sus estudios. Otros optan por buscar una beca en alguna universidad privada o ya de plano irse a Mérida a estudiar mientras se vive de arrimado con un pariente o se paga una renta. Otros esperan el año para volver a presentar, algunos aprueban y ven realizado su sueño, otros se frustran demasiado y declinan al estudio. Porque lo que no saben las Universidades que colocan prueban de ingreso es que el estudiante que aspira a ingresar a dicha institución y se esfuerza y no pasa se siente de lo peor, su autoestima baja y hasta cierto punto pueden llegar a recocerse como un tonto. Ah claro, pero eso no importa.

La otra opción.

Son las universidades que desde hace algunos 7 años vienen dando servicios superiores en la ciudad de Cancún sin fichas de aprobación de algún examen aprobado o pruebas psicométricas absurdas. Son estas universidades que con solo presentar la ficha de pago del Banco y llevar ciertas copias de algunos documentos personales ya estas oficialmente en la carrera que deseas.  Llegaron como para salvar a todos aquellos que o no aprobaron en otras, no quieren hacer examen o simple y llanamente en las públicas no había la carrera que ellos querían. ¿Decidir entre una carrera en una Universidad con prestigio o estudiar lo que quieres en una que dicen  que es patito? Ahí el dilema.

Recordemos también que fueron varias las Universidades públicas y privadas coludidas con ciertos periódicos y medios de comunicación que al ver el auge de dichas universidades que además ofrecían concluir la carrera en poco tiempo se pusieron a ensuciar con pifias a toda costa, para desprestigiarlas.

El valor de ser universitario

Ser universitario es Ser ya parte de la historia, ser universitario es como dice John Locke en su libro Pensamientos sobre educación “más capaz y atrevido”. Ser más capaz y atrevido y ser digno de ser universitario, tener espíritu de grandeza, querer cambiar el mundo, proponer, pensar, hablar, opinar, criticar en su buen modo, analizar, hacer y ayudar. Debería cada uno de esos chicos que salen de la preparatoria tratar de ingresar a una Universidad sea la que sea con la intención de ser mejores personas, de adquirir conocimientos nuevos y quizá renovarlos. Para una Institución es más fácil seleccionar a sus alumnos y decir que eso es calidad, a contratar maestros capaces intelectualmente hablando y un personal honesto y retribuirles un sueldo a su medida.

Son muchos los factores que determinan que la educación universitaria sea hoy en día en nuestra ciudad no un concepto de “riqueza” una forma más de sacar dinero para los dueños o bien en las públicas  lugar ideal para colocar a familiares o amigos en plazas de maestros u otro cargo. Todo eso termina en algún momento por reventar la ya de por sí cuerda floja de la educación universitaria. Hasta hace poco los Hoteles iban meses antes que los alumnos del CONALEP concluyeran sus estudios en gastronomía para contratarlos y es que eran peleados por los hoteles. Hoy en día, no hay hotel en la zona que no tenga algún alto mando en alimentos y bebidas que no haya egresado de la 009.

Universidades con mucho prestigio educan para hacer líderes, pero también el líder es un personaje importante, es aquel que va a elevar a su empresa o donde trabaje elevando a su personal a cargo. Pero, si ya comenzamos con que las humanidades son sustituidas con ese famoso coachin empresarial que motiva al desmotivado. Estamos arruinados.

Decía Hegel en sus Estudios Pedagógicos algo así, “Llegan alumnos que no saben nada básico de Aristóteles ni de Platón y son aceptados en esta Institución, pero no hay que correrlos, no. Hay que instruirlos, enseñarlos, si ya están aquí es por algo y aquí se deben de quedar”. Si las universidades que hoy en día en esta hermosa ciudad leyeran los discursos pedagógicos de Hegel o mínimo los de Vasconcelos quizá entenderían que hacen más daño seleccionando que ignorando.

Los retos actuales de la Universidad

La globalización trajo los retos del paradigma de la competencia, que es básicamente hacer algo, en determinado tiempo y bien hecho. Dicho paradigma por muy vapuleado pero no le veo futuro, no en nuestra época, los nuevos retos en términos generales de país es la dichosa calidad. Pero el reto no es tener o no calidad, es que la calidad es particular y no general. Por ejemplo estas Universidades como Harvard u Oxford, son en sí, excelentes instituciones, pero nadie externo reconoce a cantidad sus marcos de referencia en calidad pero sí los genios que de ellas salieron. Las Universidades si quieren tener esa dichosa calidad que carece de un significado ontológico debe reconocer hasta el ridículo a sus mentes brillantes. A sus docentes y a su personal. El otro reto que yo veo es el ascenso indiscriminado de la cibernética como fenómeno didáctico. Que sirva de apoyo, de herramienta para pensar mejor, para hacer más accesible conocimientos que antes con un gis y una pizarra entraban bien o a la fuerza. Pero tal pareciera que a medida que la tecnología avanza se nos hace más difícil enseñar.

El tercer reto no creo que sea propio de esta ciudad pero es el comercio del conocimiento. Universidades que venden carreras como una zapatería vende calzados. Que no les importe si el estudiante sabe o no, si pasó o no, lo importante es que tenga sus calificaciones aprobadas porque está pagando. Eso es prostituir no sólo una carrera, sino al docente, al alumno, al directivo, al coordinador y hasta el que limpia los baños en dicha Universidad.

Para finalizar

Si el dueño de una Universidad o rector no sabe nada de educación o no ama la educación es el primer eslabón roto, si el coordinador o jefe de facultad no ama su trabajo hay otro eslabón roto, si el empleado que está en oficina en una institución no ama su trabajo es otro eslabón roto, si el docente no ama lo que hace, está jodida la cosa, si el estudiante no ama ser estudiantes todo habrá valido pura madres. Ante eso no hay discurso, ni artículo, ni reflexión ni filósofo que pueda ante el desamor a la educación.




Lic. Antonio Pérez-Paredes