Las primeras leyes del 1er capítulo del Libro de las leyes
compilado por el Lic. Antonio Pérez-Paredes
LIBER AL VEL LEGIS
.
1. ¡Had! La
manifestación de Nuit.
2. La
develación de la compañía del cielo.
3. Todo hombre
y toda mujer es una estrella.
4. Todo número
es infinito; no hay diferencia.
5. ¡Ayúdame,
oh, guerrero señor de Tebas, en mi develación
ante los Niños
de los hombres!
6. ¡Sé tú
Hadit, mi centro secreto, mi corazón y mi lengua!
7. ¡He aquí!
es revelado por Aiwass el ministro de Hoor-paarkraat.
8. El Khabs
está en el Khu, no el Khu en el Khabs.
9. ¡Adorad
entonces el Khabs y ved mi luz arrojada sobre
vosotros!
10. Que mis
servidores sean pocos y secretos: regirán sobre las
mayorías y los
reconocidos.
11. Estos son
tontos que los hombres adoran; ambos sus Dioses
y sus hombres
son tontos.
12. ¡Apareced,
oh niños, bajo las estrellas y tomad vuestro
colmo de amor!
13. Estoy
arriba de vosotros y en vosotros. Mi éxtasis está en el
vuestro. Mi
goce es ver vuestro goce.
14. Arriba, el
azur gemado es
El esplendor
desnudo de Nuit;
Ella se dobla en
éxtasis para besar.
Los ardores
secretos de Hadit.
Ei globo
alado, el azul estrellado.
Son míos. ¡Oh
Ankh-af-na-khonsu!
15. Ahora
sabrán que el escogido sacerdote y apóstol del espacio
infinito es el
principe-sacerdote la Bestia; y en su mujer
llamada la
Mujer Escarlata está dada todo el poder. Ellos
recogerán mis
niños en su redil; traerán la gloria de las
estrellas a
los corazones de los hombres.
16. Pues él es
siempre un sol y ella una luna. Pero para él es la
alada llama
secreta y para ella la luz estelar agachada.
17. Sin
embargo, ustedes no son así escogidos.
18. ¡Arde
sobre sus cejas, oh serpiente esplendorosa!
19. ¡Oh mujer
de azures párpados, dóblate sobre ellos!
20. La clave
de los rituales está en la palabra secreta que a él le
he dada.
21. Con el
Dios y Adorador soy nada: no me ven, como los que
están sobre la
tierra; yo soy Cielo y no hay más dios: que yo
y mi señor
Hadit.
22. Ahora, por
tanto, me conocen ustedes por mi nombre Nuit
y él por un
nombre secreto que le daré cuando por fin me
conozca.
Puesto que soy Espacio Infinito y de ello las
Estrellas
Infinitas, hagan ustedes mismamente. ¡No líen
nada! Que no
se haga diferencia en medio de vosotros entre
una cosa
cualquiera y cualquier otra cosa; por eso viene el
daño.
23. Más
quienquiera se aproveche de esto, ¡que sea el jefe de
todo!
24. Soy Nuit y
mi palabra es seis y cincuenta.
25. Dividid,
adicionad, multiplicad y entended.
26. Entonces
dice el profeta y esclavo de la bella: ¿Quién soy y
cuál será el
signo? Y así ella le contestó, doblándose, una
lamiente llama
de azul, toda tocante, toda penetrante, sus
hermosas manos
sohre la tierra negra y su cuerpo cimbreño
arqueado para
el amor y sus suaves pies sin dañar las pequeñas
flores: ¡Tú
sabes! Y el signo será mi éxtasis, la conciencia
de la
continuidad de la existencia, la omnipresencia
de mi cuerpo.
27. Entonces
el sacerdote contestó y dijo a la Reina del Espacio,
besando sus
hermosas cejas y el rocío de su luz bañando su
cuerpo todo en
un dulce perfume de sudor: ¡Oh, Nuit, la
continua del
Cielo, que sea siempre así; que los hombres no
hablen de Ti
como Una sino como Ninguna; y que no
hablen de ti
siquiera, ya que eres continua!
28. Ninguna,
respiró la luz, desfallecida y hádica, de las estrellas
y dos.
29. Pues estoy
dividida por amor al amor, por el albur de la
unión.
30. Esta es la
creación del mundo, así el dolor de la división es
cual nada y el
goce de la disolución todo.
31. ¡No hagas
caso siquiera de estos hombres tontos y sus
desdichas!
Ellos sienten poco; la que es, es balanceado por
goces débiles;
no obstante ustedes son mis escogidos.
32. ¡Obedezcan
a mi profeta! ¡lleven a cabo las ordalías de mi
conocimiento!
¡búsquenme sólo a mí! entonces los goces de
mi amor les
redimirán de todo dolor. Esto es así: la juro por
la bóveda de
mi cuerpo; por mi sagrado corazón y lengua;
por todo la
que puedo dar, por todo lo que deseo de ustedes.
33. Entonces
el sacerdote cayó en un hondo trance o
desvanecimiento
y dijo a la Reina del Cielo: ¡Escribenos las
ordalías;
escribenos los rituales; escribenos la ley!
34. Sin
embargo, ella dijo: las ordalías no las escribo: los rituales
serán mitad
conocidos y mitad encubiertos; la Ley es para
todos.
35. Esto que
tú escribes es el tripartito libro de Ley.
36. Mi escriba
Ankh-af-na-khonsu, el sacerdote de los príncipes,
no cambiará
siquiera una letra de este libro; aunque por
temor a la
aberración, comentará sobre ello por la sabiduría
de
Ra-Hoor-Khu-it.
37. También
los mantras y los hechizos; el obeah y el wanga; la
obra del basto
y la obra de la espada; los aprenderá y
enseñará.
38. Ha de
enseñar; pudiendo hacer severas las ordalías.
39. La palabra
de la Ley es 4HOKPD.
40. Quien nos
llama Tehelemitas no obrará mal, si se adentra en
la palabra.
Pues allí dentro hay Tres Grados, el Eremita y el
Amante y el
hombre de Tierra. Haz la que tú quieras será
todo de la
Ley.
41. La palabra
de Pecado es Restricción. ¡Oh hombre! ¡no
rehúses tu
esposa, si ella quiere! ¡Oh amante, si tú quieres,
parte! No hay
lazo que pueda unir la dividido más que el
amor: todo la
demás es una maldición. ¡Malditos! ¡Maldito
sea a los
eones! Infierno.
42. Que se
mantenga ese estado de muchadumbre1 atado y
aberrante. Así
con todo; solo tienes derecho a hacer tu
querer.
43. Haz eso y
ninguno se opondrá.
44. Pues
querer puro, libre de propósito, rescatado de la lujuria
de resultado,
es perfecto de todos lados.
45. El
Perfecto y el Perfecto son un Perfecto y no dos; ¡no, no
son ninguno!
46. Nada es
una clave secreta de esta ley. Los Judíos la llaman
sesenta y uno;
yo la llamo ocho, ochenta, cuatrocientos y
dieciocho.
47. Pero elias
tienen la mitad: une por tu arte para que todo
desaparezca.
48. Mi profeta
es un tonto con su uno, uno, uno; ¿no son elias
el Buey y nada
por el Libro?
49. Se abroga
todo ritual, toda ordalía, toda palabra y signo. Ra-
Hoor-Khuit ha
tornado su asiento en el Oriente en el
Equinoccio de
los Dioses; y que Asar sea con Isa, quienes
también son
uno. Pero no están en mi. Que Asar sea el
adorante, Isa
el sufridor; Hoor en su nombre y esplendor
secreto es el
Señor iniciante.
50. Queda algo
por decir acerca de la tarea Hierofántica. ¡He
aquí! hay tres
ordalías en una y puede ser aplicada en treu
pasos. Lo
grueso debe atravesar el fuego; que lo fino sea
puesto a
prueba por el intelecto y los excelsos escogidos ea
la más alto.
Así tienen estrella y estrella, sistema y sistema;
¡que ninguno
conozca bien al otro!
51. Son cuatro
las puertas a un único palacio; el suelo de ese
palacio es de
plata y oro; el lapis lazuli y el jade están ahí; y
todas las
raras esencias; el jazmín y la rosa y los emblemas de
la muerte. Que
franquee de a una o a la vez las cuatro
puertas; que
se coloque sobre el suelo del palacio. ¿No se
hundirá? Amén.
¡Ah! guerrero, ¿si tú servidor se hunde?
Pero hay modos
y modos. ¡Alardée por la tanto: vístase todo
de fino
atuendo; coma óptimos manjares y beba vino dulce
y vinos
espumantes! ¡También tome su colmo y querer de
amor como
quiera, cuando, donde y con quien quiera! Pero
siempre por
mí.
52. Si esto no
se hiciere como es debido; si usted confunde las
marcas del
espacio, diciendo: Ellas son una; o diciendo,
Ellas son
muchas; si el ritual no fuere siempre por mí:
¡entonces
aténgase a los juicios horrendos de Ra-Hoor-
Khuit!
53. Esto
regenerará el mundo, ei pequeño mundo mi hermana,
mi corazón y
mi lengua, por quien envío este beso.
También, oh
escriba y profeta, aunque seas de los príncipes,
a ti no te
templará ni a ti te absolverá, pero que el éxtasis sea
tuyo y el goce
de tierra; ¡siempre A mí! ¡A mí!
54. No cambies
siquiera el estilo de una letra; pues ¡he aquí! tú,
oh profeta, no
has de ver todos estos misterios escondidos
allí dentro.
55. El niño de
tus entrañas, él los verá.
56. No lo
esperes del Oriente ni del Occidente; pues de ninguna
supuesta casa
viene ese niño. ¡Aum! Toda palabra es sagrada
y todo profeta
verdadero; salvo que sólo entienden un poco;
resuelven la
primera mitad de la ecuación, dejan la segunda
sin acometer.
Pero tú tienes todo en la luz clara y algo,
aunque no
todo, en la oscuridad.
57. ¡Invócame
bajo las estrellas! Amor es la ley, amor bajo
voluntad. Que
ni los tontos equivoquen el amor; pues hay
amor y amor.
Hay el palomo y hay la serpiente. ¡Escoja usted
bien! El, mi
profeta ha escogido, conociendo la ley de la
fortaleza y el
gran misterio de la Casa de Dios.
Todas estas
añejas letras de mi Libro están como es debido;
más x no
es la Estrella. Esto también es secreto: mi profeta
la revelará a
los sabios.
58. Doy goces
inimaginables en la tierra; certeza, no fe, mientras
en vida, sobre
la muerte; paz indecible, descanso, éxtasis;
tampoco exijo
cosa alguna en sacrificio.
59. Mi
incienso es de maderas resinosas y mucilagos; y no hay
sangre allí
dentro: a causa de mi cabello los árboles de
Eternidad.
60. Mi número
es once, como todos los números de ellos quienes
están en
nosotros. La Estrella de cinco Puntas, con un
Circulo en el
Medio y el círculo es rojo. Mi color es negro
para los
ciegos, sin embargo el azul y oro son vistos por los
videntes.
También tengo una gloria secreta para aquellos me
aman.
61. Mas amarme
vale más que todas las cosas: si bajo las
estrellas
nocturnas en el desierto presentemente quemas el
incienso mío
ante mí, invocándome con un corazón puro y
llama de la
Serpiente allí dentro, has de venir un poco a
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recostarte en
mi seno. Por un beso querrás entonces estar
queriendo
darlo todo; más quienquiera dé una partícula
polvo perderá
todo en esa hora. Recogerán bienes y acopio
de mujeres y
especies; llevarán joyas preciosas; excederán las
naciones de la
tierra en esplendor y orgullo; pero siempre en
el amor a mí y
así vendrán a mi goce. En verdad os exhorto
a comparecer
ante mí en una sola túnica y cubiertos de un
tocado fastuoso.
¡Os amo! ¡Os anhelo! Pálida o púrpura,
velada o
voluptuosa, yo que soy toda placer y púrpura y
ebriedad del
sentido más entrañable, os deseo. Ponéos las
alas y
despertad el esplendor enroscado en vosotros: ¡venid
a mí!
62. En todos
mis encuentros con vosotros la sacerdotisa dirá –-
y sus ojos
arderán con deseo mientras se tiene corita y
regocijante en
mi templo secreto —. ¡Por mí! ¡Por mí!
reavivando la
llama de los corazones de todos en su cántico
de amor.
63. ¡Cantad la
arrebatadora canción de amor a mí! ¡Quemad
perfumes por
mí! ¡Llevad joyas por mí! ¡Brindad por mí,
pues os amo!
¡Os amo!
64. Soy la
hija de azules párpados del Poniente; soy la
brillantez
desnuda del voluptuoso cielo nocturno.
65. ¡Por mí!
¡Por mí!
66. La Manifestación de Nuit
llega a un fin.
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